El sorteo de la Lotería de Navidad deja cada año momentos inolvidables, como el que ha vivido Miguel Ferrero, un vecino de Audanzas del Valle (León). Este agraciado con 'El Gordo' ha conocido la noticia de una forma totalmente inesperada: mientras viajaba en coche por la provincia de Burgos, a 400 kilómetros de casa. Así lo ha relatado en el programa 'La Tarde' con Pilar García Muñiz, donde ha confesado seguir en "una nube". Ferrero escuchó en la radio que el número agraciado con El Gordo de la Lotería de Navidad había caído en La Bañeza y Villablino. "Ostras, pues ya te sobresaltas", ha afirmado. La confirmación definitiva llegó a través de llamadas de sus familiares, ya que se trataba de un número muy repartido del La Bañeza Fútbol Club. "Estás en la autovía, que no sabes si dar un frenazo, si acelerar más", ha descrito sobre el momento de incredulidad, insistiendo en que lo primero fue "parar en un sitio, porque estamos conduciendo, ante todo precaución". La suerte ha sonreído a toda una ciudad gracias a la fidelidad de su club de fútbol. Según ha explicado el propio Miguel, La Bañeza Fútbol Club llevaba "17 años" jugando el mismo número, el 79432. "Somos socios del club y llevamos jugando toda la vida. Entonces, pues, más alegría aún por el club y por la ciudad en sí, por lo que ha tocado", ha manifestado el premiado, visiblemente emocionado. Preguntado por el experto económico José María Camarero sobre el destino del premio, dotado con 400.000 euros al décimo, Miguel Ferrero lo ha tenido muy claro. "Todo el mundo obrero tiene una hipoteca, pues lo primero es quitar la hipoteca. Esa es la opción A", ha asegurado. Con los pies en la tierra, ha añadido que "si haces cálculos con Hacienda y tal, tampoco te creas que da para mucho más". A pesar de la euforia inicial, Ferrero ha hecho un llamamiento a la calma. "Ante todo, los pies en el suelo, calma y tranquilidad, no locuras", ha subrayado. El ganador ha confesado no haber asimilado todavía la noticia y se sigue considerando "el mismo", una persona humilde que ahora solo piensa en "vivir, que son dos días". Este premio supone, en palabras de Miguel, una "inyección económica bestial" para una zona muy afectada por los incendios de este verano y el reciente cierre de la histórica fábrica azucarera Ebro, que "va a dejar a mucha gente en la calle". Se trata de una noticia que da un respiro a La Bañeza y a otros pueblos como Villablino, donde también ha dejado una emotiva historia familiar. "Pides que ojalá tocara aquí, y ahora ha pasado", ha celebrado. A la espera de la celebración, Miguel ha compartido una reflexión sobre la percepción de la suerte. "Siempre he sido de los que ha dicho: 'los de los bares del champán siempre son los mismos de todos los años, son actores que pasan por ahí'. Pues no, es mentira, me ha tocado", ha sentenciado con humor. Aunque la distancia le impide celebrarlo "en acto", ya planea la fiesta: "Hemos cerrado un par de bares ya a las 4 de la mañana, cuando lleguemos".