La regla de oro de una psicóloga para que la política no dinamite tus cenas de Navidad

La polarización política se ha convertido en una amenaza para las reuniones familiares. Según un reciente informe de la  organización More in Common, unos 5 millones de españoles han roto relaciones familiares o de amistad en el último año por este motivo, lo que representa el 14% de la población adulta. De hecho, el 20% de los encuestados admite haber presenciado o participado en una discusión sobre política en las pasadas navidades. Para evitar que estas situaciones se repitan, la psicóloga Ángela Magaz, directora de GAK psicología y formación, propone un enfoque diferente. La experta sostiene que el problema de fondo no son las ideas políticas, sino que, sencillamente, "no sabemos discutir". Magaz subraya que a menudo se entra en un debate con el único objetivo de "convencer a la otra persona" en lugar de escuchar. Para evitarlo, propone una regla básica: "primero escucha, luego piensa, y luego decide lo que dices". Según la psicóloga, muchas personas se limitan a reproducir mensajes cargados de emotividad que han recibido sin un análisis crítico, lo que enciende la mecha del conflicto. La psicóloga invita a reflexionar sobre las opiniones políticas con la misma seriedad que se aplica a otras decisiones vitales, como comprar un coche o elegir una vivienda, buscando datos de fuentes diversas y no solo la información que llega sin ser buscada. Para las cenas de Nochebuena y Nochevieja, Magaz ofrece varias tácticas de desactivación. La primera es la anticipación: si ya se conoce quién puede iniciar la polémica, se puede preparar una respuesta para cambiar de tema. Frases como "ahora estoy encantada de que estemos todos aquí" o "quiero felicitar al cocinero" pueden ser un recurso eficaz para desviar la atención. Otra opción es establecer un acuerdo previo para no hablar de ciertos temas, como política, religión o fútbol, aunque Magaz advierte que esto puede generar un conflicto en sí mismo si no hay una figura de respeto que lo imponga. La clave es "no responder a la provocación" o hacerlo de una manera que desactive la tensión, en lugar de alimentarla. La experta también recomienda centrarse en aspectos positivos, como elogiar los logros de los demás, compartir recuerdos o prestar atención a los más vulnerables. "Que no nos dé vergüenza decir cosas agradables a los demás", insiste, ya que la generosidad y el afecto son los mejores antídotos contra la crispación. Finalmente, la psicóloga aborda las supersticiones navideñas, como llevar algo rojo en Nochevieja, y aconseja respetarlas. Aunque sean irracionales, no hacen daño y pueden aportar una sensación de seguridad, por lo que no deberían ser motivo de burla o discusión. Además de la preparación mental para las cenas, la Navidad en Vizcaya ofrece múltiples planes para disfrutar en familia. Entre ellos destacan la pista de hielo y el tobogán navideño en el Arenal, los mercados de artesanía o el tradicional desfile del Olentzero y Mari Domingi en Bilbao. También hay propuestas escénicas, como el teatro comunitario al aire libre en Santutxu o espectáculos musicales en el Teatro Campos Elíseos.