Mientras la guerra en Gaza y de Ucrania se encaminan al final de 2025 sin una resolución a la vista, y Naciones Unidas se prepara para abrir en 2026 el proceso de elección de su próximo secretario general, una pregunta atraviesa la agenda internacional: cuánto pueden —y cuánto se les permite— participar las mujeres en los procesos de paz, seguridad nacional y diplomacia al más alto nivel. “Después de 80 años, ha llegado el momento de que una mujer lidere esta organización”, defendió recientemente el representante de Chile ante la ONU, al reclamar “un proceso abierto, participativo y con enfoque de género” para elegir al que sustituya al actual secretario general, António Guterres.