La escalada de violencia en Sinaloa ya no sólo se refleja en el cierre de negocios o en la contracción de actividades económicas, sino que ahora comienza a impactar de manera directa al sector educativo, con efectos profundos para estudiantes, docentes y familias.En este contexto, se confirmó el cierre definitivo del Colegio Azteca, ubicado en la ciudad de Culiacán, luego de que el plantel fuera atacado a balazos e incendiado en días recientes por hombres armados.De acuerdo con fuentes del sector educativo, la institución solicitó formalmente su baja definitiva ante las autoridades correspondientes, al considerar que no existían condiciones mínimas de seguridad para continuar con sus actividades.Atacan escuela en CuliacánDesde el 18 de noviembre, las clases fueron suspendidas de manera abrupta tras el ataque armado, dejando sin continuidad académica a la totalidad de su comunidad estudiantil. Pese a los intentos por evaluar escenarios alternativos, el ciclo escolar no pudo reanudarse en ese plantel, lo que derivó finalmente en la decisión de cerrar de manera permanente.El caso del Colegio Azteca no es aislado. La institución aparecía en una lista difundida de manera extraoficial, en la que se señalaban distintos establecimientos, incluidos centros educativos. Dentro de esa misma relación figuraba un jardín de niños, cuya bodega fue atacada el pasado 20 de diciembre, lo que incrementó la alarma entre padres de familia y autoridades.LP