El Rey se pone en pie y apela al "coraje" de la Transición para "defender la convivencia" de "radicalismos y populismos"

Felipe VI pide "especial ejemplaridad en el desempeño del conjunto de los poderes públicos". Advierte contra la crispación: "La tensión en el debate público provoca hastío, desencanto y desafección". Se pronuncia contra los muros entre españoles: "En democracia, las ideas propias nunca pueden ser dogmas, ni las ajenas, amenazas".