Durante años, la creencia popular ha sostenido que tomar una copa diaria de vino puede ser saludable para el corazón. Sin embargo, la ciencia desmiente y matiza profundamente este mensaje. La misma indica que el consumo regular de vino no es indispensable para mantener una buena salud cardiovascular, y que sus supuestos beneficios son, en muchos casos, más bien un mito.