La violencia sexual ejercida contra los niños y adolescentes es uno de los problemas más graves que existen en la sociedad. Los expertos avisan de que en el 89 % de los casos de abuso sexual infantil el agresor es un familiar o conocido y la mayoría de familias guardan un silencio cómplice que ayuda a perpetuar las agresiones. Mallorca no escapa a esta lacra.