Tres de cada diez mil pasajeros: el peso real de Plus Ultra en el año de su rescate

La aerolínea Plus Ultra ha vuelto al foco público tras la detención de su dueño y de su consejero delegado , que ya han sido puestos en libertad con medidas cautelares, en el marco de una investigación abierta por un presunto delito de blanqueo de capitales , una causa que dirige el Juzgado de Instrucción número 15 de Madrid y que se mantiene bajo secreto. La investigación se centra en el uso posterior de los fondos públicos recibidos por la compañía en 2021 y no cuestiona la legalidad del rescate aprobado entonces por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que ya fue investigado y archivado judicialmente. Más allá de esta percha de actualidad, los datos oficiales permiten medir cuál era el peso real de Plus Ultra en el sistema aéreo español cuando fue considerada una empresa estratégica. Según las estadísticas oficiales de AENA , en 2021, el año en el que el Consejo de Ministros aprobó un rescate de 53 millones de euros a la aerolínea, el conjunto del sistema aeroportuario español movió 119,9 millones de pasajeros. De ese total, solo 34.878 viajaron con Plus Ultra. La cifra equivale al 0,03% del tráfico total : tres de cada diez mil pasajeros. Ese volumen deja a la aerolínea fuera de los rankings anuales de compañías con más pasajeros que publica el Ministerio de Transportes , tanto en el listado general como en el específico de rutas entre España y países extracomunitarios. En esos informes sí figuran de forma recurrente otras aerolíneas comerciales que también recibieron apoyo público durante la pandemia. El contraste es especialmente visible si se compara con el resto de aerolíneas comerciales que accedieron al fondo de rescate gestionado por la SEPI. Air Europa, Volotea y Air Nostrum aparecen de forma sistemática en los rankings de AENA por volumen de pasajeros, tanto en el tráfico total como en segmentos específicos del mercado. Plus Ultra, en cambio, no figura en esos listados , pese a haber sido considerada estratégica para la economía española en el momento de la concesión de la ayuda pública. Los datos muestran que el tráfico de Plus Ultra creció en términos absolutos tras la pandemia, en línea con la recuperación general del sector aéreo, pero su peso relativo se mantuvo en niveles muy bajos en comparación con el conjunto del mercado. En 2022, la aerolínea transportó 229.454 pasajeros, lo que representó el 0,09% del total. En 2023 y 2024, el porcentaje se situó en torno al 0,11%, y en 2025, según los datos disponibles (que llegan hasta noviembre), alcanzó el 0,12%, con algo más de 345.000 pasajeros frente a casi 300 millones en el conjunto del sistema aeroportuario español. En ningún ejercicio analizado Plus Ultra superó el umbral del 0,15% del tráfico total , lo que explica su ausencia continuada de los listados de las principales aerolíneas del mercado español. El rescate de Plus Ultra se aprobó en marzo de 2021 en el marco del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas , creado durante la pandemia para sostener compañías que atravesaran dificultades de carácter temporal derivadas del impacto de la pandemia de covid-19 y que fueran consideradas relevantes para el tejido productivo. En el caso de la aerolínea, el Gobierno argumentó la necesidad de preservar la conectividad aérea entre España y Latinoamérica y evitar una mayor concentración del mercado. La concesión de la ayuda fue denunciada por PP, Vox y el pseudosindicato Manos Limpias y dio lugar a una investigación judicial que se prolongó a lo largo de casi dos años, durante los cuales uno de los pagos del rescate fue suspendido y posteriormente desbloqueado al no hallarse indicios de delito . Esa causa quedó archivada en enero de 2023 , con el respaldo de la Audiencia Provincial de Madrid — y antes del Tribunal de Cuentas —, sin que los tribunales apreciaran indicios de delito ni irregularidades en la actuación de la SEPI o de la compañía. La investigación actualmente en curso es distinta y se centra en un presunto blanqueo de capitales relacionado con el uso posterior de los fondos, no en la legalidad del rescate ni en los criterios que llevaron a su concesión. En su propia información financiera, Plus Ultra reconoce que arrastraba pérdidas acumuladas antes de la pandemia , derivadas en buena medida de sus primeros años de actividad y del retraso en la obtención de licencias y certificaciones. La compañía sostiene, no obstante, que en 2020 se encontraba en fase de consolidación, con previsión de resultados positivos, y que fue el impacto del covid —especialmente intenso en el tráfico de larga distancia con Latinoamérica— el que truncó esa evolución. Ese argumento fue el que permitió encajar el rescate en el marco legal del fondo, que exigía que las dificultades fueran temporales y consecuencia directa de la pandemia , y no de una crisis estructural previa. Las cuentas más recientes de la aerolínea muestran que, a cierre de 2024 , el importe pendiente de los préstamos concedidos por la SEPI seguía siendo de 53 millones de euros , sin amortización del principal. La compañía sí ha venido abonando los intereses conforme al calendario pactado, con pagos acumulados cercanos a los cinco millones de euros . En ese mismo documento, Plus Ultra identifica el impacto reputacional del rescate público y las investigaciones que lo rodean —que califica como “una campaña de ataque y desprestigio desplegada por un determinado sector político”— como uno de sus principales riesgos operativos y subraya que el proceso de concesión contó con informes favorables de consultoras y autoridades públicas, y que su investigación por posible desvío de fondos públicos fue archivada. La investigación judicial en curso ha reactivado el foco sobre las conexiones internacionales de algunos de los implicados en el caso Plus Ultra y, en particular, sobre Venezuela . Según la documentación remitida por autoridades francesas y suizas a la Fiscalía Anticorrupción, y a la que ha tenido acceso El Periódico , parte de las pesquisas apuntan a una presunta red de blanqueo de capitales a gran escala vinculada a fondos de origen venezolano, incluidos recursos procedentes de actos de malversación atribuidos a funcionarios públicos de ese país. En la causa se investiga si el rescate concedido por la SEPI pudo utilizarse para devolver préstamos a sociedades radicadas en el extranjero, en una operativa que estaría siendo analizada como posible blanqueo. Las diligencias parten de investigaciones abiertas en Francia y Suiza, donde las fiscalías han alertado de movimientos financieros sin justificación económica aparente entre empresas controladas por intermediarios y testaferros, algunos de ellos presuntamente relacionados con personas sujetas a sanciones internacionales . En ese contexto aparecen nombres de empresarios con actividad en varios países y con vínculos con Venezuela, que figuran entre los investigados en la causa española. Todas estas líneas de investigación permanecen abiertas y no han dado lugar, por ahora, a sentencias ni a hechos probados. En paralelo, el caso ha adquirido una dimensión política por la figura del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero . El Partido Popular ha anunciado su comparecencia en la comisión de investigación del denominado caso Koldo en el Senado, para que explique su relación con directivos y personas del entorno de Plus Ultra y su papel en el contexto del rescate aprobado durante la pandemia. Zapatero ha negado cualquier intervención en la operación. Uno de los empresarios detenidos y posteriormente puesto en libertad con medidas cautelares, Julio Martínez, exasesor de la aerolínea, ha reconocido públicamente su amistad personal con el expresidente —con el que fue fotografiado dos días antes su detención—, a la que ha restado cualquier dimensión económica o política, aunque sí ha admitido haber contratado los servicios de Whatthefav, la agencia de comunicación de las hijas de Zapatero. En una entrevista concedida a El Mundo tras su arresto, Martínez afirmó que su relación con el expresidente se limita a un vínculo personal y deportivo y negó actuar como intermediario o testaferro, así como cualquier implicación en decisiones relacionadas con el rescate de la aerolínea a la que asesoraba.