La Navidad es sinónimo de reuniones, comidas prolongadas y momentos de celebración, pero también de excesos que pueden afectar a la salud si no se gestionan con cuidado. La nutricionista cacereña Gema Pastor explica que "en Navidad se dan todos los ingredientes para que los excesos aparezcan casi sin darnos cuenta. Cambian las rutinas, se multiplican las reuniones, los horarios se desordenan y las comidas se alargan entre risas, brindis y sobremesas interminables".