La violencia machista es una de las principales lacras de esta sociedad y puede arruinar la vida de muchas mujeres, lamentablemente, muchas mueren. A pesar de la fueza y el coraje de las que sobreviven, salir adelante no es fácil. El trabajo es una de esas herramientas que pueden ayudar a las víctimas a encontrar una nueva vida. Cabe destacar que el SOIB Dona ha atendido este año a 300 mujeres víctimas de la violencia machista que desean reincorporarse al mercado laboral.