El gobierno de la Ciudad de México, encabezado por Clara Brugada, compró casi 200 mil metros cuadrados de inmuebles deshabitados o deteriorados para construir 6 mil viviendas de interés social en 2025. Y aún existen más de mil predios catalogados con peligro de desplome.En la capital del país, entre 2017 y 2025, hay un registro de mil 313 inmuebles con alto riesgo de colapso, que pueden comprender uno o más edificios estructuralmente independientes. Esto lo confirmó el Instituto para la Seguridad de las Construcciones (ISC) en respuesta a una solicitud de transparencia consultada para esta investigación de MILENIO.Las construcciones se encuentran principalmente en las alcaldías Cuauhtémoc (hay 430 de ellas), Iztapalapa (186), Benito Juárez (152), Venustiano Carranza (76) y Gustavo A. Madero (74) y Miguel Hidalgo (69), Coyoacán (65). También, en menor medida, los inmuebles están en Tláhuac (49); Tlalpan (49); Azcapotzalco (40); Xochimilco (33); Álvaro Obregón (29); Iztacalco (29); Cuajimalpa (16); M. Contreras (nueve) y Milpa Alta (siete).Gobierno compra y rehabilita para viviendas sociales, pero evita expropiaciónEl mayor número de dictámenes de este tipo se dio en dos años, 2017 y 2018; hubo entonces 255 y 391 resoluciones. Eso fue producto del daño que ocasionó el sismo de 2017. En 2019, bajó el número de dictámenes (122) y en 2020, año de la pandemia, disminuyeron aún más (39). Ya para 2021 creció a 160 inmuebles; en 2022, 114; en 2023, 85; en 2024, 78, y hasta septiembre de 2025, iban 69.Cabe decir que el gobierno de la ciudad no opta por la expropiación como eje principal para hacerse de suelo donde construir las viviendas sociales asequibles que demandan los capitalinos.Inti Muñoz, secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Ciudad de México, explica en entrevista con MILENIO que la capital recurre a otras intervenciones, como la compra de suelo a privados, la rehabilitación de viviendas sin dueño, o las demoliciones concertadas para liberar suelo que después puedan comprar.De hecho, el gobierno capitalino ha realizado la mayor compra de suelo privado para la producción de vivienda social en su historia.“Estamos por acercarnos a 200 mil metros cuadrados de superficie, y en este universo hay una buena cantidad de suelo privado que estuvo en desuso, abandonado, además de los procesos de expropiación que son conocidos porque se publican en la Gaceta Oficial de la Ciudad”.Para comprender lo que significan 200 mil metros cuadrados de suelo es oportuno recordar que en 1985, para aliviar la crisis de vivienda que dejó el terremoto, se expropiaron 4 mil 300 inmuebles, en donde se edificaron 48 mil 800 viviendas de 45 metros cuadrados, en promedio. En aquel entonces el prototipo mayor fueron viviendas en dos plantas, aunque también se crearon multifamiliares. Se requirió, según cálculos, al menos un millón 98 mil metros cuadrados de huella de piso para edificar 24 mil 400 viviendas en la planta baja, sin contar áreas comunes, vialidades internas y patiosEstos predios están en riesgo de desplome, incendio o derrumbes. En mayo se registró un incendio en la colonia Roma, en las calles de Sonora y Colima, en un predio abandonado; en junio, colapsó una parte de una casa abandonada y en ruinas en la calle de Mérida y Durango, también en la Roma; en agosto, se derrumbó una casa de tres pisos en ruinas, en la Calzada de los Misterios, alcaldía Gustavo A. Madero.Todas presentaban abandono, falta de mantenimiento y alto riesgo para sus ocupantes y la ciudadanía, lo que las hace susceptibles a ser expropiadas.“Se puede recorrer esa ruta, pero no es en automático. Sí creemos que debe haber mayores obligaciones para los propietarios de predios de este tipo”.En estos mil 313 predios –con dictamen de seguridad estructural en riesgo alto o en alto riesgo de colapso– se pueden encontrar pequeñas propiedades o edificios grandes, no es homogéneo y hay todo tipo de circunstancias.“Para una ciudad que tiene alrededor de 2 millones de propiedades, el que existan poco más de mil edificios sin uso es un problema que podemos resolver”, pondera el secretario. El fantasma de la expropiaciónLa ciudad permanentemente está monitoreando los predios de alto riesgo por razones de protección civil y seguridad para intervenirlas y ver si existen las causales de utilidad pública para la expropiación.“Pero exclusivamente en aquellos predios que han estado habitados y que han tenido un uso de suelo habitacional”, recalca el secretario.Las causales que requiere el Instituto de Vivienda de la Ciudad de México (INVI) para promover la expropiación de estos inmuebles, en beneficio de sus inquilinos originales son: que esté habitado; en alto riesgo estructural; que las personas que viven ahí tengan un arraigo de muchos años, y que hayan tenido un origen de ocupación legal, pagando renta.“En el 80 por ciento de las expropiaciones que han llegado a buen puerto no existía un propietario, muy posiblemente porque murió, y si aparece un propietario se busca la conciliación y una expropiación concertada, que a fin de cuentas es un proceso de compra-venta, generalmente a valor comercial, no catastral”, dice el funcionario.Este año se concluirá con la expropiación de 30 inmuebles de este tipo.Asegura que en todo momento procuran que la expropiación no genere afectaciones a terceros: “Es común que la oposición o ciertos sectores de los medios de comunicación consideran que es un atentado contra la propiedad privada”, comenta Muñoz. “La expropiación es una herramienta del Estado moderno, de ciudades y países que tienen una legalidad fuerte, desarrollada y que, justamente busca evitar que haya suelo ocioso, en abandono y falta de mantenimiento que genere riesgos para las personas, algo especialmente importante en una ciudad sísmica como la nuestra”, agrega.Aun así, Muñoz acepta que “si alguien se inconforma ante tribunales [el dictamen] también se puede revertir. En ningún momento hay discrecionalidad, ni autoritarismo o atentado contra la propiedad privada”.A lo largo de su historia, el INVI ha expropiado poco más de mil predios en esta situación para vivienda social. Y el programa de expropiaciones existe desde 1985:“Tampoco es una novedad. La expropiación es un procedimiento jurídico que se debe desarrollar con mucha meticulosidad, no es lo suficientemente rápido como quisiéramos. Estamos trabajando para que sea más eficaz y más expedito cuando se acrediten las causales”, agrega.“Lo que se logra es certeza jurídica, certidumbre en la propiedad, seguridad estructural y vivienda adecuada”.El Programa de demoliciones concertadasOtra línea de trabajo que se ha implementado es justamente el Programa de Atención Integral a Inmuebles de Alto Riesgo, que se implementó el pasado septiembre, con motivo del 40 aniversario del sismo del 85. Consiste en llevar a cabo un diagnóstico técnico y la ejecución de refuerzo, rehabilitación o demoliciones en edificios vulnerables, dañados por los sismos. El funcionario explica que ya comenzaron con un primer proyecto de demoliciones concertadas y se tienen visualizados dos o tres más.“En esos edificios, una vez concluida la demolición, que se cumplirá a través de un crédito fiscal, también serían susceptibles esos predios de ser adquiridos por el gobierno de la ciudad”.La gran pregunta es a cuánto asciende la necesidad de vivienda en la Ciudad de México.Inti Muñoz responde que, basados en datos duros, se ha construido la nueva política pública de vivienda de la administración de la jefa de Gobierno, Clara Brugada. Con base en ello, hoy se tiene la mayor asignación presupuestal en la historia: 9 mil millones de pesos. “Eso es el doble que la anterior, y este año terminará con 30 mil acciones de vivienda, ya sea rehabilitación, mejora, ampliación o construcción de vivienda nueva, con el compromiso de ejecutar 200 mil acciones de vivienda durante el sexenio”. Poniéndolo en contexto, agrega que “en el sexenio 2012-2018 se pensó que la política de vivienda podía encargarse al mercado privado, lo cual generó un proceso de encarecimiento, especulación, corrupción inmobiliaria y déficit de viviendas. Desde entonces la ciudad comenzó a expulsar a 30 mil familias cada año: esa es la cifra que heredamos de ese periodo”. “Este año terminaremos con una entrega aproximada de 6 mil viviendas nuevas terminadas”, concluye.MD