El pasado Domingo de Ramos , pese a la amenaza de lluvia, que hizo acto de presencia en algunos momentos de la jornada, fue un día feliz y gozoso para la mayor parte de los cofrades sevillanos, que se reencontraron con una nueva Semana Santa. Entre ellos se encontraba el escultor Juan Bautista , que salió por la tarde a ver cofradías como tantas otras personas. Lo que no sabía el joven imaginero es que su taller iba a sufrir un brutal ataque , como le alertó su madre, que vio la puerta de entrada abierta de par en par y todos los destrozos dentro. El imaginero natural de Puente Genil ha denunciado ahora a través de sus redes sociales los hechos ocurridos el pasado 13 de abril. Su perro estaba encerrado en el patio, mientras que el interior del taller se encontraba manga por hombro: «Había varios bocetos rotos por el suelo y todas las estanterías y libros revueltos, aunque no sufrí ningún tipo de robo de valor », explica el afectado. Sin embargo, como el propio Bautista señala, «la peor parte se la llevó una escultura de Jesús Resucitado para Huehuetenango, Guatemala, sobre la que trabajaba. La imagen apareció con cortes de sierra, cabeza mutilada , pies destrozados y brazos cercenados que después no aparecieron». Las fotografías que ha compartido del destrozo de la talla son impactantes. El imaginero lamenta que llamó a la Policía, que se presentó en el taller e inició la investigación, pero, sin embargo, después de siete meses no ha conseguido respuestas ni encontrar a los responsables del ataque en el que ha sido un año complicado para él. El Cristo, sin embargo, ya se encuentra en su fase final de policromía , por lo que en breve podrá cruzar el charco y comenzar a recibir culto: «Lo podré entregar a principios del próximo año 2026», asegura Bautista.