Fronteras habitadas

En tiempos en los que se anuncian compras de tanques y vehículos blindados para reforzar la capacidad disuasiva del país, conviene recordar una verdad elemental: las fronteras no se defienden solo con armas, sino con presencia. La experiencia demuestra que la verdadera garantía de soberanía está en el desarrollo sostenido de las poblaciones fronterizas, en su integración al resto del país y en la provisión efectiva de servicios básicos a esas poblaciones. Las llamo fronteras vivas, territorios habitados, conectados y productivos.