El 11 de octubre de 1946, una explosión en un depósito de armas de la batería del Regimiento de Artillería número 5 de s’Avallet, en Santanyí, conmocionó a todo el municipio. Esa batería, ubicada en un finca que el financiero Joan March Ordinas había cedido al Ejército, formaba parte del sistema de defensa militar de Mallorca reorganizado después de la Guerra Civil.