Olentzero y Mari Domingi aguardaron hasta la llegada de la noche para hacer su entrada principal a golpe de los grandes cencerros de un grupo de zanpanzar en la ciudad de Estella-Lizarra desde la cuesta de Entrañas hacia la plaza de Santiago. Un momento para el que se habían desplazado desde Lizarra ikastola una comitiva que abría las banda de música de la ciudad, además de diferentes grupos de gaiteros, txistus, la fanfarre Alkaburua y la coral Ereintza.