Un descubrimiento reciente reveló que un pequeño grupo de neuronas actúa como un centro de control del reloj biológico. Estas células coordinan los ritmos internos, influyen en el sueño profundo y explican por qué algunas personas sufren más el jet lag o los turnos nocturnos. El hallazgo podría cambiar el tratamiento de los trastornos del sueño.