La enfermera Rocío Simón, responsable de actividades de enfermería de Médicos Sin Fronteras en el Hospital Náser de Jan Yunis, en el centro de la Franja de Gaza, ha relatado la devastadora situación que se vive en la zona en una entrevista con Rubén Corral en el programa 'La Linterna' de COPE. En su segundo viaje a la Franja, Simón describe un escenario desolador agravado por la llegada del invierno y la continua falta de recursos básicos para atender a la población. El panorama al entrar en Gaza es de "total destrucción", según ha explicado la cooperante. "Cuesta creer lo que ven los ojos, porque son todo escombros, quedan muy pocos edificios en pie", ha afirmado. A pesar de ello, el Hospital Náser sigue siendo "el corazón de la parte media y sur de la Franja", donde se atiende a muchísimos pacientes, incluyendo más del 60% de los partos de toda la región. Con la llegada del frío y las tormentas, la situación sanitaria se ha recrudecido. "Nos estamos preocupando mucho porque, con las condiciones tan duras del invierno, ha habido un incremento fuerte de las infecciones respiratorias", ha señalado Simón. La enfermera ha alertado de un aumento de casos de bronquiolitis, neumonías e infecciones de la piel, directamente relacionadas con las "condiciones de vida infrahumanas" en tiendas de campaña improvisadas donde la gente vive hacinada. En medio de esta crisis, el equipo de Médicos Sin Fronteras vivió uno de sus momentos más duros. "Hace una semana se nos rompía el corazón cuando, al llegar al hospital por la mañana, lo primero que encontramos fue que habían traído a un niño de 29 días de vida que llegó con hipotermia y, finalmente, aunque hicimos todos nuestros esfuerzos, no pudimos salvarlo". Simón ha añadido que fue "un niño que nació prematuro, nació demasiado pronto, ha vivido en un lugar demasiado difícil, con demasiado frío, y se ha muerto demasiado pronto también". Rocío Simón ha desmentido que la guerra haya terminado. "Teóricamente, no hay guerra, pero es solo una teoría, porque en la práctica siguen cayendo bombas, siguen pegando tiros, siguen asesinando a personas todos los días". La población, ha añadido, está "atónita ante esta situación, que para ellos es surrealista". Muchos han perdido a sus familias, sus hogares y han tenido que mudarse hasta 20 veces en los últimos dos años. Como prueba de la violencia persistente, Simón ha relatado el caso de "una niña de 6 años con un tiro (...) que le dispararon desde el buque de las fuerzas armadas de Israel, desde el mar, simplemente por estar en la arena de la playa". La bala "le atravesó el pecho de lado a lado" y, aunque ha sido operada y está estable en la UCI pediátrica, el equipo médico se pregunta constantemente "por qué, ellos y nosotros". La labor médica se ve además obstaculizada por el bloqueo de material. "Nos siguen faltando muchos suministros", ha denunciado la enfermera. Ha explicado que las entregas sufren "retrasos arbitrarios" y un "bloqueo sistemático". En ocasiones, se rechazan materiales tan básicos como "detergente o cloro", esenciales para la higiene hospitalaria, o máquinas como los autoclaves, necesarios para esterilizar el material quirúrgico. A pesar de haber trabajado en otros contextos de crisis como México o Sudán, Simón ha asegurado no haber visto nada igual. "Gaza es otro nivel, es otro nivel de sufrimiento, de continuo maltrato y de mucha crueldad", ha sentenciado. Por ello, desde Médicos Sin Fronteras solicitan continuamente "que esto termine y que el pueblo palestino pueda volver a recomenzar". A pesar de pasar la Navidad lejos de su familia "de sangre", ha afirmado sentirse "acompañada y muy acogida" por sus compañeros palestinos, de quienes ha destacado su "fuerza y resiliencia increíbles". "Llegan todas las mañanas al hospital con una sonrisa puesta en la cara, que no sé cómo lo consiguen, y nos llenan el corazón de amor, luz, alegría, nos dan una lección de vida y de valores todos los días", ha concluido.