El empresario sueco señalado en el barrio de Santa Catalina, en relación con unas viviendas que, según los residentes, habrían sido destinadas al alquiler vacacional -algo que la normativa de Palma no permite en edificios plurifamiliares-, así como por supuestas irregularidades en las obras y presuntos actos de acoso, ha decidido ahora salir al paso y desmentir dichas acusaciones, que, según él, proceden únicamente de un solo vecino. Asimismo, ha mostrado a Última Hora la licencia de obra mayor concedida, que resulta estar perfectamente en regla.