Aunque al primer cantante que pintó fue Rels B, a Esther le llegó el bum con su quinto cuadro, un retrato de Karol G por el que pagaron 62.200 euros. «Solo me ha faltado entregar el de Taylor Swift porque su equipo nos dijo que teníamos que llevarlo a la policía para revisar que no tuviese explosivo líquido», confiesa