Ante la preocupación manifestada por la Comandancia de la Guardia Civil de Tráfico por la aparición de caballos en la autovía de O Morrazo, en la carretera PO-313 (Marín-Moaña) y en la EP-1003 (Rodeira- Boubeta), que en determinadas ocasiones acabaron con accidentes de circulación, la Consellería de Medio Rural concluye que le corresponde asumir los daños por los animales al titular de la explotación. En los casos concretos de animales identificados corresponde, además de hacerse cargo de los daños, la sanción por tener los caballos en zonas no autorizadas. Igualmente, el propietario de la explotación es el que debe encontrar las soluciones para que los animales no causen daños. También indica que la limitación del pastoreo en estado de libertad corresponde a la administración forestal que puede limitarlo o condicionarlo a que se desarrolle en zonas cercadas. Además se hace mención a que la Comunidad de Montes de Santo Tomé de Piñeiro no es titular de la explotación por lo que no es la responsable de los daños causados, a la vez que se subraya que la superficie de 74.5 hectáreas no es suficiente para cubrir la necesidad de 66 caballos que deambulan constantemente y mucho menos de la totalidad que hay en la zona de estudio. Los caballos que causan los accidentes proceden de los montes de Moaña, Coiro y Ardán, que tienen los mismos inscritos en el registro de pastoreo. Además de las comunidades mencionadas existen otras en los concellos de Vilaboa, Bueu, y en los propios concellos ya mencionados, que son pastoreadas por caballos en estado de libertad.