‘Déjà vu’ navideño

¿Cómo puede ser? Un discurso navideño del jefe del Estado español sin chicha ni limoná. Estoy que no entro en mí del sobresalto. Disculpen el tono, pero al menda, que ya ni siquiera peina canas, la sucesión de acontecimientos ligados a la agenda tradicional hace eones que no le sorprende. De hecho, y sin ánimo de sonar a fanfarrón, casi me veo capaz de escribir la crónica de la intervención del monarca el mismo día 23 sin desviarme excesivamente ni de la línea, ni de la liturgia ni de las reacciones políticas posteriores. Y no, ni soy pitoniso ni tengo acceso a quienes tutelan las palabras con las que el rey felicita a los conciudadanos la tarde-noche de la Nochebuena. Simplemente, confío en la predicibilidad y en los espacios comunes que se visitan sin disimulo desde que Paquito entregó la cuchara, allá en el Pleistoceno.