José Albert, decano de de Derecho de Córdoba: «La competencia con las universidades privadas es buena, siempre que sea justa»

José Albert (Córdoba, 1966) resultó elegido decano de l a Facultad de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Córdoba hace algo más de un año. Pasado este tiempo, analiza los desafíos y el trabajo realizado. -¿Cómo ve la situación presente de la Facultad en cuanto a las infraestructuras y cómo transcurren los proyectos? -Habría que hacer una doble distinción. Primero, el edificio, que es singular, con algunas partes que son del siglo XVI, requiere un mantenimiento constante en cuanto a las instalaciones, los servicios, las aulas y la biblioteca. Luego tenemos un problema de espacio que es estructural. Hay hecho un proyecto una ampliación que va justo por la parte de delante de la fachada principal, pero cuando se han iniciado las catas arqueológicas ha habido un problema con una tubería, con un desagüe y estamos negociando con las autoridades pertinentes para ver qué solución se le da. A su vez estamos buscando una solución alternativa aunque sea provisional porque el próximo curso ya se ponen en activo varias menciones en el grado de ADE que van a hacer que tengamos que disponer de más espacio. -¿Los restos arqueológicos que aparecieron han entorpecido el ritmo? -Sí y no porque aparecieron unos restos humanos que se fecharon en el siglo X, pero fueron retirados en 24 horas. Lo que pasa es que, al ser el resultado positivo, ahora tienen que hacer otra cata en otro sitio cercano. Pero en principio esos restos no tienen una importancia relevante como parar la obra. -El espacio ¿va entonces en consonancia con las nuevas implantaciones? -Sí, el año que viene entran en vigor el nuevo plan de estudios de Derecho, que tiene muy pocas variaciones; el nuevo plan de estudios de ADE, que sí tiene cuatro menciones (Logística, Márketing, Economía y Empresa Pública, y Asesoría de Finanzas y Contabilidad). Entonces tenemos que desdoblar grupo. Esto tiene incidencia académica, pero no en infraestructuras. También ponemos en marcha un doble grado en Turismo y ADE junto con la Facultad de Ciencias del Trabajo, y continuamos con nuestra titulación de ADE e Ingeniero Civil, que lleva implantada diez años y compartimos con la Politécnica de Belmez. -¿Cómo es la competencia con las universidades privadas? -La competencia siempre es buena, pero siempre que sea justa y no haya competencia desleal, que sea en igualdad de condiciones. Por ejemplo, aquí en Córdoba hemos convivido toda la vida con ETEA, ahora Loyola , y no ha habido ningún problema. No todas las universidades privadas son iguales: las hay con mucha tradición , con potencia investigadora y docente, pero lo que no se puede admitir ciertas organizaciones que quieren montar deprisa y corriendo una universidad que más bien algunas parecen llevadas por el ánimo de lucro más que por la verdadera docencia y la investigación. Aquí hay que ser prudente y distinguir muy bien entre tipos de universidades. -¿Cree que las carreras clásicas como Derecho siguen teniendo gancho? -Por supuesto, es una carrera vocacional. Todos los años completamos el cupo de admisiones y hay gente que se queda fuera, tanto en Derecho como en ADE como en el itinerario conjunto. Ingeniería Civil y ADE tiene 20 plazas limitadas y se completan todos los cursos. Y con notables niveles de empleabilidad, son carreras que tienen una inserción relativamente fácil en el mercado de trabajo. En Derecho son difíciles de medir porque esas tasas de empleabilidad se computan al segundo año de acabar la carrera y muchos estudiantes están preparando unas oposiciones o están trabajando en un despacho de abogados y no figuran en las estadísticas. Distinto es en ADE porque tienen un acceso más rápido. En la facultad potenciamos los programas de prácticas con casi mil despachos y empresas, y muchos alumnos, si pueden, optan por quedarse en el sitio donde las han realizado. -¿Cómo ha ido la implantación del doble grado de ADE y Derecho? -Muy bien. Es uno de los itinerarios con los alumnos que mejores resultados académicos obtienen. Es una carrera dura porque se trata de cursar dos carreras a la vez: tienen horarios muy apretados, muchas horas de clase, esfuerzo, prácticas, trabajo, son cinco años y medio, pero los resultados son muy satisfactorios para el alumnado y el profesorado. -¿Qué perfil tiene el estudiante actual con respecto a otras décadas? -Muy distinto al que había cuando yo estudiaba. Son alumnos interesados en ingresar de manera rápida en el mercado de trabajo, preocupados en la empleabilidad . En nuestra época, a pesar de que éramos más no era tan señalado, pero la juventud tiene un poso de similitud. Notas la evolución desde que entran hasta que se gradúan y se van decantando como personas y profesionalmente van teniendo claros sus objetivos. En Derecho y ADE tenemos notas de corte relativamente altas y las tasas de abandono son mínimas, por lo que se sienten a gusto en ellas. Mis compañeros del profesorado hacen una buena labor para acercarles a los alumnos la realidad de la vida jurídica y económica . Tenemos un contacto permanente con empresas, Juzgados, Fiscalía, Policía y ellos van viendo la teoría y la práctica de la carrera. -¿Qué desafíos se marca usted para los próximos tres años? -Que se pudieran comenzar las obras de la ampliación de la facultad, es prioritario. Tenemos en marcha dos másteres interuniversitarios, que esperamos que comiencen el próximo curso, en Derecho Digital y en Derecho del Vino, que va con las Denominaciones de Origen y lo damos con la Universidad de Cádiz, Málaga, Castilla-La Mancha, Rioja y Córdoba. También hacer que nuestra facultad esté en contacto con la sociedad . Queremos poner en práctica una clínica jurídica para que la facultad sea un catalizador de las relaciones entre la empresa y la Universidad, y el mundo jurídico y la Universidad.   -¿Qué otra faceta destaca de la facultad? -Tenemos una apuesta fuerte por la proyección internacional de la facultad. Recibimos casi 300 Erasmus todos los cursos, que suponen un 10% del estudiantado, la Oficina de Relaciones Internacionales funciona muy bien. Estamos apostando también por el Plan de Plurilingüsimo para que los profesores se animen a dar las clases en otros idiomas.