El PP de Madrid, liderado por Isabel Díaz Ayuso, exhibe nuevamente músculo de su mayoría absoluta en la Comunidad y veta la posibilidad de que se desarrolle una comisión de investigación sobre el gigante sanitario Ribera Salud y su gestión en el hospital de Torrejón de Ardoz. Poco después de que saliera a la luz que el CEO de la empresa de sanidad privada, Pablo Gallart, había pedido a varios trabajadores de la compañía ampliar las listas de espera, Más Madrid -que también ha denunciado al Ejecutivo regional ante la Fiscalía- solicitó a la Asamblea la creación de una comisión que investigara el impacto que habían tenido las decisiones del grupo en la calidad asistencial de los pacientes. El partido que en la Cámara regional lidera Manuela Bergerot presentó la petición en la Mesa, pero los populares manifiestan ahora su más rotunda "oposición" a que se analicen a fondo estos hechos, sin arrojar más explicaciones. La solicitud del principal partido de la oposición está fechada a 10 de diciembre y en ella el partido de Mónica García exigía la creación de dicha comisión después de que El País publicara que el CEO había tratado de "manipular las listas de espera en función de criterios puramente económicos". Más Madrid justificaba la apertura de una nueva investigación, mucho más a fondo, además, ateniéndose a las instrucciones por escrito que la empresa envió a los trabajadores para no hacer uso de determinados procedimientos clínicos con pacientes "no cápita", así como los despidos a varios directivos que se produjeron después de que algunos responsables se negaran a acatar estas u otras órdenes. En este sentido, cabe recordar que también se ordenó, por ejemplo, reutilizar material sanitario desechable. Una vez más, aprovechando su mayoría absoluta El PP aprovecha una vez más lo que en la izquierda califican como "rodillo", el mismo con el que tantas y tantas iniciativas ha bloqueado. Esta vez lo reflejado a través de una carta enviada por el portavoz parlamentario de la formación a nivel autonómico, Carlos Díaz-Pache, en la que queda patente su intención de someter a votación en la próxima sesión plenaria el veto de dicha comisión. Cabe recordar la actitud que adoptó la presidenta de Madrid y el conjunto del partido cuando saltó la polémica. Ayuso mantuvo que el hospital afectado funciona bien, que las órdenes del consejero nunca llegaron a ejecutarse y que la capital regional dispone de "uno de los modelos sanitarios mejores del mundo". La consejera de Sanidad, Fátima Matute, fue la que adoptó en este caso un tono más cercano al que suele tener la responsable de la administración Sol, ensalzando el modelo público-privado de la Comunidad y diciendo que la polémica era un "trending topic para tapar la corrupción, las saunas, las sobrinas y los puteros". "Lo único que conseguiría es empeorar nuestro sistema sanitario, pero es que la señora ministra como todos los que le rodean en ese neocomunismo mal entendido es que tengamos un sistema sanitario cubano, nicaragüense o norcoreano. Si...