Julio Millán, presidente de Edad Dorada-Mensajeros de la Paz en Andalucía, ha calificado el 2025 como un "año excelente" para la organización. Con las residencias llenas y un equipo de "buenos profesionales", Millán destaca que la clave del trabajo es una filosofía común: "poner el corazón en todo lo que hacemos, porque creemos profundamente en eso". Sin embargo, este optimismo no se extiende a la situación global. "A nivel mundial, no estoy contento con el año que acaba. En absoluto", ha confesado Millán. El presidente de la entidad ha lamentado que "seguimos en manos de 4 adinerados que manejan el mundo" y que "los pobres siguen estorbando, los inmigrantes más", una situación que, lejos de desanimarle, le "genera más esperanza para seguir trabajando". Actualmente, Edad Dorada-Mensajeros de la Paz gestiona 10 recursos en Andalucía que benefician a alrededor de 600 mayores. En los últimos años, han apostado también por la atención a personas con discapacidad y trastornos de conducta, a quienes Millán considera "la orilla de la orilla". Como ejemplo, destaca la residencia de Juntoya, en Jaén, donde 70 de los 176 residentes presentan trastornos de conducta. "Eso se arregla no solo con pastillas, se arreglan con ternura, con corazón, con cercanía, con mucho cariño", ha afirmado. Para Millán, el principal reto es "hacer de la residencia lo más parecido a una familia", ya que para una persona mayor es "muy duro dejar tu casa al final de los años". A pesar del apoyo de las administraciones, que considera mejorable, muestra preocupación por el "sueldo muy pobre" de los trabajadores del sector en Andalucía, cuyo trabajo, insiste, "hay que sentirlo con el corazón, con vocación". Con la llegada de la Navidad, "una época tan sentida y emocional", la organización duplica sus esfuerzos para combatir la añoranza. Durante estas fechas, se organizan comidas especiales y actividades diarias como música o teatro. Según Millán, la ilusión de los mayores es palpable, especialmente con la llegada de los Reyes Magos: "No hay más ilusión que cuando un mayor llega el 6 por la mañana, se encuentra con que él también tiene reyes, y eso le hace ilusión, y hasta se le escapan alguna que otra lágrima". Finalmente, el presidente de Edad Dorada ha hecho un llamamiento a la sociedad para que el cariño no se limite a estas fechas. Anima a colaborar a través del voluntariado y, sobre todo, a estar presentes. "Yo sueño con que cada día haya más gente que visite a sus familiares", ha declarado, insistiendo en la importancia de hacerlo "en vida".