El arzobispo de Valencia llama a ser "sembradores de esperanza" frente a los "signos de muerte" del mundo

El arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, ha centrado su tradicional mensaje de Navidad en una llamada a los fieles a convertirse en "sembradores de esperanza" en un mundo con realidades adversas. El prelado ha recordado que el tiempo de Adviento prepara para la Navidad "bajo el signo de la Esperanza", y ha enmarcado estas fechas en la culminación del jubileo de la Esperanza diocesano, que tendrá continuidad con el año jubilar eucarístico del Santo Cáliz bajo el lema “Cáliz de esperanza”. Benavent ha reflexionado sobre las dificultades para mantener la fe ante la realidad actual. "Cuando miramos la realidad de nuestro mundo, descubrimos que no siempre es fácil mantener la esperanza", ha señalado. El arzobispo lamenta que a menudo las personas, "en lugar de sembrar esperanzas, nos dedicamos a matar las esperanzas de los demás" y denuncia que, en consecuencia, "se matan demasiadas esperanzas" a través de las guerras, las injusticias o la pobreza. El arzobispo ha enumerado los "signos de muerte" que persisten en la sociedad, como "las guerras, las injusticias, las desigualdades sociales y la pobreza, los atentados contra la vida y la dignidad de los seres humanos". Ante este panorama, ha admitido que la celebración de la Navidad "puede parecerles a muchos una ilusión propia de personas que no quieren ver la realidad tal como es". Frente a esta visión, Benavent ha reafirmado el mensaje cristiano, recordando que en la Ciudad de David "nos ha nacido ‘un Salvador, el Mesías, el Señor’ (Lc 2, 11)". Según el arzobispo, gracias a este nacimiento "todo ha cambiado": en la noche del mundo "se ha encendido una luz que nos anuncia algo nuevo" y "se ha sembrado la primera semilla del Reino de Dios", abriendo una ventana a la esperanza. El prelado ha recordado las palabras de San Pablo, afirmando que los cristianos "estamos salvados en esperanza" (Rm 8, 24) y que "la esperanza no defrauda" (Rm 5, 5). Aunque la humanidad no pueda alcanzar la plenitud por sí misma, para los creyentes "lo fundamental está dado", ha subrayado. El mensaje de Benavent culmina con una exhortación a la acción. "Que la celebración del nacimiento de Cristo sea una llamada a no cansarnos de ser sembradores de esperanza", ha instado. Asimismo, ha animado a los fieles a "continuar luchando para que la humanidad nueva, que anunciaron los profetas y que comenzó en Belén hace 2025 años, llegue a todos los rincones del mundo" y a dar testimonio de que "Cristo es el fundamento de nuestra esperanza". Finalmente, el arzobispo de Valencia ha dirigido unas palabras de aliento a quienes atraviesan dificultades. "De modo especial nos sentimos unidos a todos los que pasáis por momentos de dificultades familiares o laborales, a los enfermos y a quienes vivís en soledad", ha expresado, deseando que sientan "el amor de Cristo en la cercanía de los cristianos" para mantener "viva vuestra esperanza".