La Diócesis de Asidonia-Jerez celebra la próxima ordenación sacerdotal de tres nuevos presbíteros. Eduardo José Pérez Cebada, José María Pavón Maraver y Miguel Ángel Paredes Rojas recibirán el sacramento este 27 de diciembre en la Santa Iglesia Catedral, un momento que llega tras un intenso año de preparación y servicio en sus destinos como diáconos. Escúchalos aquí. 'El Espejo' de este viernes nos acerca a su expectación, así como anuncia la celebración con la que, en el mismo primer templo diocesano, será clausurado el domingo 28 de diciembre el Año Jubilar de la Esperanza que la Iglesia universal ha venido disfrutando declarada por el recordado Papa Francisco y con continuidad hasta este fin de semana bajo el pontificado del Papa León XIV. Durante los últimos meses, los futuros sacerdotes han tenido su primera experiencia pastoral como diáconos, un tiempo que califican como "muy gratificante" y de "mucho aprendizaje". Han acompañado a familias en Jerez, Olvera, Ubrique y Penauca, compartiendo alegrías como bautizos y matrimonios, pero también consolando en momentos de duelo. Esta labor, afirman, les ha permitido palpar "la necesidad que tiene la gente" y sentirse como un "canal entre el amor de Dios y el pueblo". Para Miguel Ángel, ha sido un "impulso último" que le ha generado el deseo de "entregarse más". De cara a la misión que se les encomendará, los tres coinciden en que el modelo a seguir es siempre Cristo. Apuntan que un sacerdote del siglo XXI debe ser "un hombre de oración, de salir al encuentro de la gente, de mirarlo con cariño, con ternura", según Miguel Ángel. Debe estar "muy afianzado en Cristo" y "en la tradición de la Iglesia", añade José María. Eduardo subraya la importancia de la empatía para adaptarse a las distintas realidades que encontrarán. "Es constantemente ir adaptándote a lo que la gente necesita y no tanto cómo yo me siento", explica, para tener un corazón "que no se escandaliza de la gente, que recibe". Con unanimidad, los tres futuros presbíteros confiesan que el momento que más anhelan es la celebración de la Eucaristía. "Lo que más ilusión me hace, incluso más que la ordenación, es estar preparando mi primera misa", confiesa Eduardo, que siente que ha "nacido para ese momento". Ante la posibilidad de que su testimonio despierte nuevas vocaciones, su mensaje es claro: "que no tengan miedo". Animan a los jóvenes a escuchar la llamada del Señor porque, como resume Miguel Ángel, la vocación sacerdotal es, ante todo, una llamada a "entregarse a las personas. Quien tiene amor a la gente tiene esa vocación".