Cada Navidad, Sevilla demuestra que su creatividad y su forma de entender las tradiciones no tienen límites. Uno de los mejores ejemplos vuelve a encontrarse este año en la iglesia de la Anunciación, donde la Hermandad del Valle ha montado, una vez más, uno de los belenes más singulares y comentados de la ciudad. Un nacimiento que no solo destaca por sus dimensiones y su puesta en escena, sino por el ingenio con el que se reutilizan imágenes procesionales para darles una nueva vida navideña. El belén tradicional de la Hermandad del Valle es ya una cita imprescindible para muchos sevillanos y visitantes. Instalado en el altar mayor de la iglesia de la Anunciación , este nacimiento se caracteriza por estar compuesto por esculturas de tamaño natural, algo poco habitual en otros montajes navideños de la ciudad. Como es tradición en esta corporación del Jueves Santo, el belén se construye utilizando figuras secundarias de sus pasos de misterio, así como otras imágenes propiedad de la archicofradía. Lejos de limitarse a colocarlas tal cual, la hermandad l as transforma mediante cambios de vestuario, ambientación y simbolismo , logrando escenas completamente nuevas sin perder la identidad artística de las tallas. Uno de los aspectos que más llama la atención de este belén es la reinterpretación de figuras muy reconocibles de la Semana Santa sevillana. Así, San Juan Evangelista se convierte en San José , mientras que una de las mujeres del paso de Jesús Nazareno con la Cruz al Hombro pasa a representar a la Virgen María, sosteniendo al Niño Jesús. El conjunto muestra a San José y la Virgen con el Niño en brazos, adorados por los Reyes Magos, mientras varias pastoras se acercan al pesebre. La escena se completa con elementos costumbristas, como dos campesinos trabajando en la trilla de la era, aventando la paja, lo que aporta dinamismo y profundidad al conjunto. Este año, además, el montaje ha contado con la colaboración de la Agrupación Parroquial de la Humildad de Sevilla-Este , reforzando el carácter colectivo y devocional del proyecto. Si hay un detalle que ha generado conversación en redes sociales y entre quienes se acercan a verlo, es sin duda la presencia de una figura muy vinculada a la Semana Santa: un cirineo. Lo curioso no es solo su inclusión en el belén, sino que aparece portando una llana en la mano , en lugar de la cruz que habitualmente ayuda a sostener en el misterio del Señor de la Humildad de Sevilla Este. Este guiño ha sido interpretado por muchos como una muestra más del ingenio y la libertad creativa con la que la Hermandad del Valle afronta su belén, respetando la tradición pero sin renunciar a sorprender y generar debate. Año tras año, este nacimiento atrae a numerosos sevillanos precisamente por eso: por la capacidad de descubrir nuevos detalles en cada visita y por ofrecer una segunda vida a imágenes muy conocidas , sacándolas de su contexto habitual para integrarlas en una escena navideña cargada de simbolismo.