El doctor y conferenciante Mario Alonso Puig ha visitado un viernes más 'Herrera en COPE', en esta ocasión, con motivo de la Navidad, ha respondido a varias consultas de los oyentes relacionadas con las dificultades emocionales que a menudo surgen durante estas fechas. La primera consulta, enviada por Lucía, aborda la preocupación por educar a su hijo de cinco años "menos en la abundancia y más en la sencillez" ante los numerosos regalos de sus cuatro abuelos. Puig invita a los padres a "ampliar un poco la mirada", destacando que el papel de los abuelos en la vida de los niños es "tan crucial, es tan importante, que es algo más que los regalos que ponen en Navidad". Para el doctor, tener abuelos es "un tesoro" y no se debe considerar que "están maleducando a sus nietos porque les hagan regalos en Navidad". El cirujano subraya que tanto padres como abuelos deben centrarse en enseñar tres pilares fundamentales: autoestima, para que los niños "se quieran independientemente de lo que tengan"; autonomía, evitando la sobreprotección y permitiéndoles hacer cosas aunque no sean perfectas; y valores. Si los padres sienten que los valores transmitidos por los abuelos no son los adecuados, Puig recomienda "tener una conversación" para alinear los objetivos comunes, porque "queremos todos lo mejor para nuestro hijo". Antonio, otro oyente, confiesa sentirse agobiado por los reencuentros navideños al no atravesar un buen momento personal. Le preocupa tener que contar su historia "20 veces" o "maquillar la verdad". Mario Alonso Puig ha sido tajante al afirmar que poner límites "es sano". Insiste en que "decir sí a eso es decirte no a ti mismo" y anima a liberarse del "sentimiento de culpa" o del "miedo a qué pensarán". La clave, según el experto, es cuidarse y buscar entornos donde uno pueda ser quien es, sin sentirse juzgado. "No tienes por qué ir ahí con una máscara", explica. Sugiere que se pueden usar "formas simpáticas, formas de humor" para gestionar preguntas incómodas, pero reitera que lo más importante "es no traicionarte a ti mismo". También defiende el derecho a no estar bien, ya que la vida no solo se compone de victorias. Por su parte, Alicia comparte su dolor por la ausencia de su madre en Navidad, un sentimiento que le hace desear que las fechas pasen rápido. Puig, mostrando una gran empatía, recomienda la película 'Coco' para ilustrar su punto. La película, ambientada en el Día de los Muertos, "celebra la vida". El doctor destaca que las personas que se han ido querrían "ver que recordamos su vida, que celebramos su vida, no que quedamos atrapados en la pérdida y en la muerte". El mensaje central es que "nadie muere mientras le siga recordando". Para quienes afrontan un duelo reciente, como unas primeras navidades sin un ser querido, Puig propone un pequeño ritual: "que hagan un hueco en la mesa para esa persona, porque esa persona, aunque no la vean, sigue estando". Este gesto, afirma, crea un "sabor agridulce, pero ese punto dulce, madre mía, le quita un montón de amargura". Finalmente, Andrés expresa su falta de autoestima y motivación, notando que "se quiere menos" y "se habla mal". El doctor señala que el punto de partida es precisamente ese: el diálogo interno. Citando a William James, explica: "Eres tú, con tu forma de hablarte cuando te caes, el que determina si te has caído en un bache o en una tumba". La primera recomendación es empezar a hablarse a uno mismo como se hablaría a "un querido amigo". Además, aconseja plantearse "objetivos sencillos" para conseguir "pequeños triunfos" y celebrarlos, generando así una transformación progresiva. También es crucial abandonar el perfeccionismo. "No busques la perfección, busca hacer las cosas bien y cada vez mejor", recomienda, sustituyendo la idea de perfección por la de "crecimiento" y "mejora continua".