En medio de la ola de violencia que azota a Ecuador y la profunda crisis que viven sus cárceles, emerge la figura de María Cristina Santacruz, conocida como ‘Titi de la misericordia’. En una entrevista en el programa 'Herrera en COPE', presentado por Sofía Buera, esta catequista ha relatado la labor que realiza en las prisiones de Guayaquil, una de las ciudades más afectadas por la violencia. Su trabajo es posible, según sus palabras, "con amor y con el espíritu santo", pero también gracias a un acuerdo de cooperación interinstitucional con la entidad pública que les permite ser "un engranaje estratégico" y no meros visitantes. Santacruz y su equipo dirigen su labor en 12 cárceles de Guayaquil, de las cuales dos son de mujeres y diez de varones. Entre ellas se encuentra la Penitenciaría del Litoral, una de las más peligrosas, que alberga a más de 7.000 reclusos. Ser catequista allí, explica, no es solo "llevar el amor de Dios a los privados de libertad", sino evangelizar a toda la comunidad penitenciaria. Este universo incluye a policías, militares, jueces, abogados, familiares y al personal del servicio nacional de atención integral (SNAID), la institución que gestiona las prisiones. El proceso de evangelización comienza con "el primer anuncio de Jesús" para establecer un vínculo y, posteriormente, se avanza en la doctrina para que los internos puedan recibir los sacramentos como el bautizo, la primera comunión o la confirmación. Santacruz subraya que no se trata de una "píldora de rapidez, sino con píldora de amor", a través de un proceso formal y una planificación técnica que les ha ganado el respeto de las autoridades penitenciarias. Para ella, estar dentro de la cárcel es su "pequeño cielo en la tierra". En un entorno donde reina la desesperanza, el equipo de catequistas lleva un mensaje claro: "Dios no se ha olvidado de ellos". Santacruz ha relatado la emoción que se vive en las misas dentro de la prisión, donde los reclusos sienten que tienen un futuro. "Ustedes son los predilectos de dios, ustedes están presos, encerrados, como estuvo el señor", les dice, recordándoles también el caso de San Pablo, quien "escribió las cartas más hermosas" desde su celda. La respuesta de los internos a este mensaje de fe es sobrecogedora. "Tú vieras la carita que tienen de esperanza, lloran y se postran de rodillas y piden perdón", ha afirmado Santacruz. La labor incluye la confesión con los sacerdotes y, en casos extremos, se gestiona el perdón para quienes están en peligro de muerte, permitiéndoles comulgar. "Mi corazón sale por mi boca, porque es dios hablándote y diciéndote que sí hay esperanza", ha expresado conmovida, insistiendo en que en el preso está Jesús. Hablando en nombre de los catequistas de las 18 diócesis de Ecuador donde trabajan, Santacruz ha detallado las necesidades materiales para continuar su misión. La lista es extensa: vehículos de transporte, ruedas metálicas para bibliotecas móviles, biblias para el estudio y una post evangelización, y apoyo económico para poder dedicarse por completo a esta labor sin ser una carga para sus familias, ya que su jornada se extiende de lunes a domingo de 7:30 a 17:00. Incluso ha mencionado la necesidad de "un dron de la misericordia" para poder llegar a todos los pabellones, explicando que una sola cárcel puede tener hasta 48 áreas distintas que visitar. Para esta tarea, se necesitarían "48 sacerdotes, por lo menos con 2 laicos cada sacerdote, para que podamos visitar, por lo menos una vez al mes, un área". También ha señalado la falta de combustible o el apoyo al coro de 17 niños, hijos de los reclusos, que dirige. Santacruz ha agradecido la ayuda que Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) les ha proporcionado en los últimos tres años, no solo con fondos, sino también enseñándoles a realizar una planificación técnica y una evaluación permanente. El objetivo final de la entrevista, ha concluido, no es la autocomplacencia, sino que "el mundo tiene que saber que existen estos privados de libertad" y que su trabajo busca, por encima de todo, "liberar a las almas cautivas borbotones de amor".