Seis agrupaciones políticas han tenido que realizar reacomodos en sus fórmulas presidenciales debido a la caída de sus figuras presidenciales iniciales. Esta situación no solo los ha obligado a cambiar de candidaturas, sino a reorientar sus estrategias, lo que a algunos les ha significado cerrar el 2025 con pocas expectativas para la campaña que se reactivará después de las fiestas navideñas y que tendrá apenas dos meses de actividad proselitista intensa, entre febrero y marzo del 2026.