El contingente español desplegado en Letonia, compuesto por más de 600 militares de la Brigada "Guzmán el Bueno" X con base en Córdoba, ha regresado a casa tras seis meses de misión. Al frente ha estado el teniente coronel Daniel Díaz, quien explica que el objetivo principal de la operación en el flanco este es la disuasión. "Esa disuasión la conseguimos mediante nuestra presencia", afirma. España participa en esta operación de la OTAN desde 2017, consolidándose como el segundo país que más efectivos aporta, solo por detrás de Canadá, la nación que lidera un despliegue multinacional de 14 países. El regreso a casa en Navidad ha sido "especial" para el contingente. El teniente coronel subraya que el éxito de una misión tan exigente solo es posible gracias al apoyo de las familias. "Gracias a que tienes las espaldas bien cubiertas en casa, porque tu mujer, tu marido, tu pareja se lo echa todo a la espalda, puedes llevar a cabo la misión de la mejor forma posible", asegura. Este soporte en la retaguardia es lo que, en su opinión, permite a los militares estar centrados y "dar el 100 por 100" en la operación. Movilizar y mantener a cientos de militares tan lejos durante tanto tiempo representa el "principal desafío" de la operación. El teniente coronel Díaz asegura que la logística "funciona muy bien" gracias a la labor de dos unidades fundamentales. Por un lado, la unidad logística de apoyo, que opera en el terreno, y por otro, el Centro de Apoyo Logístico a las Operaciones, con sede en La Coruña, que "empuja" el material desde España. Este engranaje ha permitido gozar de una "operatividad del 90 por ciento prácticamente durante toda la misión". La mayor parte de estas actividades de instrucción se realizan con fuego real, lo que exige la máxima concentración. "Son actividades complejas que requieren un planeamiento detallado y una conducción minuciosa", detalla Díaz. Esta exigencia convierte la misión en "un trabajo estresante, pero a la vez muy gratificante", según sus palabras. La rutina diaria en la base de Adazi es "bastante intensa", según describe el jefe del contingente. Las jornadas se dedican a una "instrucción y un adiestramiento constante" que se extienden "desde que amanece hasta que anochece", incluyendo también fines de semana y noches para ejercicios nocturnos. Este adiestramiento se desarrolla en un ambiente multinacional donde el inglés es el idioma de trabajo y se ejecutan ejercicios de gran entidad como el Resolute Warrior. Desde que comenzó el conflicto en Ucrania, la misión ha mantenido su enfoque en el combate de alta intensidad, pero ha experimentado un cambio de escala. Tras la invasión rusa de 2022, la OTAN decidió ampliar la fuerza desplegada, que pasó de ser un batallón de unos 700 efectivos a una brigada multinacional de 3.500 militares en 2024. Este aumento permite realizar ejercicios más fidedignos, integrando capacidades de ingenieros, artillería o guerra electrónica.