La Diputación Foral de Bizkaia ha consolidado un modelo de cuidado para la población envejecida centrado en tres áreas fundamentales: la prevención de la dependencia, la creación de redes comunitarias y la innovación. Según ha explicado la diputada de Acción Social, Amaia Antxustegi, en COPE Euskadi, el objetivo es cuidar a los mayores respetando y prolongando al máximo su independencia y su permanencia en el hogar. Uno de los ejes del plan es la red Etxetik, que ya cuenta con un despliegue de 11 centros en Bizkaia. Estos centros, algunos de ellos descentralizados para adaptarse a la dispersión geográfica, son un "fiel reflejo de la transformación que estamos realizando en el modelo de cuidados", según Antxustegi. El sistema busca una atención más cercana y basada en la comunidad. Tras la evaluación del primer plan de transición de cuidados de larga duración, que comenzó en 2021, la Diputación ha puesto en marcha la elaboración de un segundo plan. Una de sus líneas maestras es la consolidación de las unidades convivenciales, un modelo de minirresidencias que transforma los centros en pequeñas comunidades de como máximo 25 personas. Estas unidades son atendidas siempre por el mismo personal, lo que favorece una atención centrada en la persona. Este enfoque tiene en cuenta "la historia de vida que ha tenido la persona residente y cuáles son sus necesidades y sus gustos". Antxustegi subraya que "no es solo una transformación arquitectónica, sino también del propio modelo de atención", ya que incluso residencias que no pueden adaptarse físicamente ya aplican esta filosofía. El fin último del modelo es que las personas puedan "permanecer el máximo tiempo posible en nuestra casa, en nuestro entorno". Actualmente, unas 25.300 personas en Bizkaia perciben la prestación económica para cuidados en el entorno familiar. Por ello, la Diputación pone el foco en la prevención, anticipándose a las situaciones de dependencia. La estrategia consiste en detectar señales tempranas de fragilidad física, deterioro cognitivo o aislamiento social. "Estamos haciendo hincapié en poder adelantarnos a esas situaciones para mejorar la calidad de vida de las personas", afirma la diputada. Esta proactividad, además de promover un envejecimiento activo, también reduce la presión sobre el sistema asistencial. Para reforzar esta línea, en junio se impulsó el Pacto para la Prevención de la Dependencia. La iniciativa reúne a agentes como universidades, asociaciones y ayuntamientos para crear sinergias y colaborar en programas de prevención, adaptándose a las nuevas realidades de una población cada vez más longeva. Para desarrollar estas políticas, el departamento de Acción Social cuenta con el presupuesto más alto de su historia, lo que refleja la apuesta de la Diputación "por las personas que tienen más necesidades". Anchustegui ha destacado que Bizkaia está "en la vanguardia del gasto social", un liderazgo que, según explica, ha sido reconocido en Europa, donde se sorprendieron de la inversión realizada en políticas sociales.