El sector pesquero vive momentos de mucho malestar. La reciente reducción de las cuotas pesqueras para especies como la cigala o el boquerón ha sido la gota que colma el vaso para los pescadores de Isla Cristina, que denuncian una situación "insostenible". José Carrillo, presidente de la asociación de armadores ASPROCASUR, ha manifestado un profundo malestar con las decisiones de la Unión Europea, a la que acusa de una total "falta de sensibilidad". Carrillo critica con dureza que el ministro del ramo "viniera contento" de Bruselas con una reducción del 50 % en la cuota de la cigala. "No estaría muy contento si el sueldo del ministro se lo redujeran al 50%", ha sentenciado. Esta decisión, sumada a la rebaja del 70 % en las subvenciones para modernizar los buques, ha generado una sensación de abandono. Según el presidente de ASPROCASUR, estas medidas hacen inviable la actividad, como demuestra que su propio barco solo disponga de 100 kilos de cigala para toda la temporada. El malestar es tal que Carrillo ha hecho un llamamiento a la movilización. "Es conveniente que, lo mismo que hicieron los agricultores europeos que se han manifestado en Bruselas, los pescadores tendríamos que hacer lo mismo", ha afirmado. Propone unir fuerzas con otros sectores primarios, como la agricultura, la ganadería y el transporte, para protestar contra unas políticas que, a su juicio, buscan favorecer la acuicultura en detrimento de la pesca tradicional. Como respuesta a este escenario, ASPROCASUR ha iniciado los trámites para conseguir una Denominación de Origen Protegida (DOP) para la caballa del Golfo de Cádiz. El objetivo es "poner algo más sobre la mesa para que nuestros productos se diferencien de los de terceros países", explica Carrillo, quien señala directamente a las importaciones masivas y sin garantías que llegan desde China. La diferenciación de esta caballa no solo reside en la especie, distinta a la del norte de Europa, sino en su método de captura artesanal. A diferencia de los grandes buques factoría, los barcos de Isla Cristina utilizan una mezcla de carnada, arena y un aceite especial de sardina conocido como aceite de molca. "La mimamos, la cogemos en pequeñas cantidades", detalla Carrillo, lo que garantiza una calidad superior. Este cuidado se traduce en un producto excepcional. El alimento especial que le proporcionan enriquece el pescado de una forma única. Carrillo lo compara con la cría del cerdo ibérico: "Si tienes un cerdo y le das bellota, pues vas a hacer un cerdo de 5 jotas, si le damos estos condimentos, tenemos una caballa de 5 jotas". Este valor añadido es el que ahora buscan certificar. A nivel gastronómico, la caballa de la costa de Huelva y Cádiz es apreciada por su alto contenido en grasa, especialmente al inicio de la temporada. Según los expertos, su máximo potencial se alcanza con una preparación sencilla: abierta, con sal y directa a la parrilla o a la brasa. Aunque existen preparaciones más elaboradas, como las que se presentan en las jornadas Caballeros del Mar que organiza ASPROCASUR en octubre, la esencia de este manjar reside en su pureza.