Una señal imposible de clasificar desconcertó a los astrónomos. Una explosión en cadena podría haber generado la primera superkilonova observada

El universo vuelve a poner a prueba nuestras etiquetas. En agosto de 2025, una señal de ondas gravitacionales y un destello óptico parecían encajar en un guion conocido. Durante unos días, todo apuntó a una kilonova clásica. Luego, el comportamiento cambió. Y lo que parecía familiar dejó de serlo.