El calendario de Adviento que está robando corazones: una cafetería de Jaca convierte la Navidad en un homenaje a las mascotas de sus clientes

En una pequeña cafetería de Jaca la Navidad se cuenta en ladridos, miradas agradecidas y nombres propios. La Tahonilla, el local que regenta Loli, ha transformado el tradicional calendario de Adviento en un homenaje diario a las mascotas de sus clientes habituales. Un gesto sencillo que se ha convertido en una historia profundamente humana y animal. La idea surgió casi de manera espontánea. Loli quería hacer un calendario de Adviento diferente y pensó en lo que define el día a día de su cafetería: los clientes que entran cada mañana, muchos de ellos acompañados de sus perros. "Como forma de agradecimiento a quienes acuden a diario y a esas mascotas que ya forman parte del ambiente del local", decidió dedicarles cada día de diciembre. Además, "muchas de las mascotas habían sido abandonadas y rescatadas, todas tienen una historia", subraya Loli. Así nació este calendario tan especial: cada jornada se levanta el papel del día y debajo aparece la foto y el nombre de una mascota. La iniciativa ha tenido tanto éxito que Loli se ha visto obligada a compartir fechas, porque la gente se ha ido sumando poco a poco." En total, ya hay más de 50 imágenes". Mi nombre es Mara y la que está detrás de mí es mi mamá adoptiva Luna, mi papá me recogió en una carretera de Cádiz con apenas un mes desnutrida y muy malita pero me tocó la lotería, porque conseguí una familia nueva y Luna era una perrita que la Guardia Civil incautó de contrabando cuando tenía solo un mes, ha pasado por cuatro dueños antes de llegar a nuestra familia, y esta ya es la definitiva. En nuestra nueva familia somos solo tres, pero nos queremos y nos necesitamos. ¡Feliz Navidad a todos los que aún no han conseguido la suya, soñad en grande! Entre ellas está Sugus, el perro de Isabel. Para ella, el calendario es una manera de dar visibilidad a los animales que forman parte de la vida de los clientes y, al mismo tiempo, "concienciar sobre la adopción". En su caso, Sugus llegó tras la pérdida de su perrita de 17 años. En un momento especialmente duro, se enteró de que un pastor regalaba cachorros y decidió ir a por uno. Desde entonces, hace tres años y medio, Sugus se ha convertido en su mayor apoyo, hasta el punto de definirlo como su “perro de terapia”, alguien que le ayudó a seguir adelante. Para Claudia, esta iniciativa "es original y necesaria porque da visibilidad a los animales que forman parte de los hogares". Ella convive con dos perros. Kalu, de 17 años, la ha acompañado toda la vida. El segundo, Kata, llegó desde una protectora cuando se independizó y no pudo llevarse al primero. Hoy tiene 11 años y ambos son imprescindibles en su día a día. Claudia no concibe su vida sin ellos y el calendario le parece "una forma preciosa de reconocer ese vínculo". El calendario también recoge historias de rescate que hoy tienen un final feliz. Golfo es uno de esos casos. Fue utilizado para peleas hasta que la Policía lo rescató. Ahora vive rodeado de cariño y tranquilidad, muy lejos de la violencia que marcó sus primeros años. Negra, en cambio, llegó por sorpresa. Un niño apareció un día en casa con tres cachorros. Dos encontraron familia rápidamente, pero ella no. Así que se quedó. Hoy, junto a Golfo, es un miembro más del hogar, inseparable y querido. Otra de las protagonistas es Luna, una perrita incautada por la Guardia Civil cuando solo tenía un mes, víctima del contrabando. Pasó por cuatro dueños distintos antes de llegar a su verdadero hogar, el definitivo. Un recorrido duro que hoy contrasta con la estabilidad y el amor del lugar donde por fin ha echado raíces. Un gato sphynx o esfinge en español, llegó a la vida de Loli hace año y medio antes de la panadería. Sus antiguos dueños se mudaron de Jaca y lo dejaron al cuidado de su sobrino. Él no lo podía atender porque tenía otros gatos y no se llevaban muy bien. Le preguntó si lo podía cuidar durante el tiempo que tardarían en venir a buscarlo, pero nunca nadie apareció ni preguntó por él. El calendario de Adviento de La Tahonilla no reparte dulces ni regalos materiales, pero sí algo mucho más valioso: emociones, conciencia y agradecimiento. Un pequeño gesto que ha convertido una cafetería de Jaca en un símbolo de lo que realmente significa la Navidad: cuidar, compartir y ofrecer segundas oportunidades. Porque detrás de cada café servido estos días, hay una historia que merece ser contada y una mascota que ya ha encontrado su lugar en el mundo.