La costumbre de celebrar la Nochevieja es muy anterior a la de comer las doce uvas, popularizada en España desde 1909. Según ha explicado Juan Carlos Moreno, de la asociación Sancho Ramírez, una de las tradiciones más arraigadas es la del cotillón, un término que en su origen denominaba un baile francés de 1700 y que hoy es sinónimo de fiesta. Incluso más antiguo es el brindis, que ya practicaban los romanos para chocar las copas y mezclar los líquidos como prueba de confianza ante posibles envenenamientos. Para conocer cómo se celebraba el fin de año en Jaca hay que acudir a la hemeroteca. El semanario El Pirineo Aragonés de 1881 ya anunciaba un "gran baile" en el Salón de la Amistad la noche del 31 de diciembre. La fiesta se extendía desde las ocho de la tarde hasta la una de la madrugada, con un precio de dos reales para las parejas y un real para las señoras que acudían solas. Las celebraciones no solo se limitaban a salones cerrados. Una década después, en 1891, el mismo periódico relataba como las dos bandas de música de la ciudad ofrecían "diferentes serenatas" por las calles. Estas composiciones, conocidas como "Manueles y Manuelas", se dedicaban a quienes celebraban su onomástica, llenando de música la víspera de Año Nuevo. En 1897, la oferta de ocio ya incluía varios locales. El Salón Universal, ubicado en la plaza de San Pedro, programaba un "baile público con música militar desde las 8 hasta las 12". En otros espacios, como el Salón de Teatro, la entrada era de 25 céntimos (un real) para los caballeros, pero las señoritas entraban gratis, una fórmula para asegurar una mayor afluencia. Sin embargo, no todo el mundo podía acceder a estas fiestas. El coste de la entrada, aunque pareciera bajo, era significativo para la época. Según datos de 1897, un albañil cobraba 40 pesetas mensuales, mientras que un carpintero ganaba 20. Para un peón, con un sueldo de entre 8 y 20 pesetas al mes, gastar 25 céntimos en un baile era un lujo, lo que convertía estas celebraciones en algo totalmente prescindible para una parte de la población.