El fichaje clave de Zuckerberg para liderar la IA en Meta no va como esperaba. En solo seis meses, el choque de estilos ya es evidente

Cuando una empresa apuesta su futuro a una sola carta, cada fricción se amplifica. Y eso es exactamente lo que está ocurriendo en Meta. El fichaje más caro y simbólico de la nueva era de la compañía —poner a un joven prodigio al mando de su ambición en inteligencia artificial— empieza a mostrar tensiones antes de cumplir su primer año.