Pino Montano vuelve a latir: la memoria de Sánchez Mejías abre el camino a la gesta de Borja Jiménez

La memoria de Ignacio Sánchez Mejías volverá a latir en el mismo lugar donde su figura trascendió el toreo para convertirse en símbolo cultural de toda una época. La histórica finca de Pino Montano , residencia del torero y punto de encuentro de la Generación del 27, será el escenario elegido para la presentación oficial de la corrida In Memoriam que Borja Jiménez protagonizará el próximo 7 de junio en la plaza de toros de Las Ventas . El acto tendrá lugar el próximo 12 de febrero , a las 20.15 horas, y reunirá a la familia de Sánchez Mejías, al propio Borja Jiménez y al director general de Plaza 1, Rafael García Garrido , quien ha querido agradecer expresamente la implicación y generosidad de la familia del torero para que este homenaje se celebre en un enclave tan cargado de simbolismo. También estarán presentes los ganaderos de las divisas anunciadas. No es casual la elección del lugar. El cortijo de Pino Montano fue primero propiedad de Rafael «El Gallo» , más tarde de su hermano José , y acabaría siendo el hogar de Ignacio Sánchez Mejías, donde se fraguó buena parte de su dimensión intelectual y artística . Entre sus muros se celebraron tertulias, encuentros literarios y veladas flamencas que marcaron una época. Allí convivieron el toreo, la poesía y la modernidad , dando cobijo a nombres fundamentales de la Generación del 27 como Federico García Lorca, Rafael Alberti o Jorge Guillén . La corrida In Memoriam, que se celebrará el 7 de junio en la plaza de Las Ventas, rendirá tributo a la figura de Sánchez Mejías cuando se cumplen 92 años de su fallecimiento. Borja Jiménez asumirá en solitario el reto de lidiar seis toros de Victoriano del Río–Toros de Cortés y Domingo Hernández , en una cita que trasciende lo estrictamente taurino para convertirse en un acto de memoria cultural. Borja Jiménez ha ido escribiendo su nombre en la historia reciente de Las Ventas a base de verdad, de firmeza y de una ambición sin atajos. Cada salida por la Puerta Grande de Madrid no ha sido un golpe de fortuna, sino la consecuencia de una tauromaquia construida desde la entrega absoluta y el compromiso con el tor o más exigente. En la plaza donde nada se regala y todo se mide con lupa, el torero de Espartinas ha sabido imponerse con una claridad que ha calado en la afición venteña, conquistando el respeto del tendido y el reconocimiento de una plaza que sólo se rinde ante quien se juega la vida sin reservas. Sus triunfos en Las Ventas no son episodios aislados, sino capítulos de una trayectoria que habla de madurez, de ambición sincera y de una determinación que lo ha situado, por méritos propios, entre los nombres llamados a marcar una época. Ignacio Sánchez Mejías, nacido en Sevilla en 1891, fue mucho más que un torero. Dramaturgo, escritor, presidente del Real Betis Balompié y mecenas, su figura simboliza como pocas la unión entre el arte y el toreo. Su decisivo impulso al homenaje a Luis de Góngora en el Ateneo de Sevilla en 1927 lo sitúa en el origen mismo de la Generación del 27. Su muerte, tras la cogida sufrida en Manzanares en 1934, inspiró a Federico García Lorca el inmortal Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, una de las cumbres de la poesía en lengua española . Con esta corrida, Madrid y Las Ventas saldan una deuda simbólica con quien supo tender puentes entre la cultura y la tauromaquia. Un homenaje que devuelve a la primera línea la figura de un torero irrepetible y que encuentra en Borja Jiménez al intérprete contemporáneo de ese legado que sigue latiendo, casi un siglo después, entre la arena y la palabra.