El mundo del teatro musical llora la pérdida de Imani Dia Smith, actriz y cantante que dio vida a la joven Nala en El Rey León de Broadway, fallecida a los 26 años en un trágico suceso ocurrido en su domicilio de Edison, en el estado de Nueva Jersey. El cuerpo de la intérprete fue hallado el pasado 21 de diciembre tras una llamada de emergencia al 911. Cuando los servicios de seguridad acudieron a la vivienda, encontraron a la actriz con múltiples heridas de arma blanca . Fue trasladada de urgencia al Hospital Universitario Robert Wood Johnson, donde los sanitarios solo pudieron certificar su fallecimiento. Dos días después, la Policía del condado de Middlesex arrestó a Jordan D. Jackson-Small , pareja sentimental de Smith, como principal sospechoso del crimen. El hombre, de 35 años, ha sido acusado de asesinato en primer grado, además de otros delitos relacionados con la posesión ilegal de armas y la puesta en peligro del bienestar de un menor, ya que el hijo de la actriz, de tan solo tres años, se encontraba en la vivienda en el momento de los hechos. La fiscal del condado, Yolanda Ciccone, junto al jefe de Policía de Edison, Thomas Bryan, confirmaron que la investigación sigue abierta a la espera de que el acusado comparezca ante el tribunal. Mientras tanto, la familia de la joven artista afronta un duelo marcado por el impacto de una pérdida repentina y violenta. Ante esta situación, los familiares de Imani han impulsado una campaña de recaudación de fondos a través de GoFundMe para hacer frente a los gastos derivados del funeral, el apoyo psicológico de los allegados, los costes legales y el cuidado tanto del hijo pequeño de la actriz como de su mascota. La iniciativa ha superado ya el objetivo inicial, reflejo del cariño que la comunidad artística y el público sienten por la intérprete. En el texto que acompaña a la campaña, su familia recuerda a Imani como una joven «llena de vida, creatividad y luz», destacando su talento escénico y su paso por Broadway como uno de los hitos más importantes de su carrera. Además de su trabajo en El Rey León, quienes la conocieron subrayan su carácter cercano y su vocación artística, truncada de forma abrupta. Imani Dia Smith deja atrás a su hijo, a sus padres y a dos hermanos menores, así como a una amplia red de amigos y compañeros que hoy lamentan la pérdida de una promesa del teatro musical cuya voz y presencia marcaron a toda una generación de espectadores.