Es una molesta sorpresa. A pesar de hacer todo lo posible por evitarlo, a veces nos encontramos con que en las almejas al vapor, en las navajas a la plancha, en las zamburiñas al horno o en los berberechos de la sopa de pescado han quedado restos de arenilla en los moluscos. Y ese crash-crash en los dientes suele ser algo desagradable y denteroso.