Como amebas

Nunca conviene abusar. Ni del vino, ni del marisco, ni del café, ni del póquer, ni de la horchata, ni del amor, ni del desamor, ni del deporte. Pero la condición humana tiende hacia el abuso, y el abuso desemboca en el enganche, y si nos enganchamos entonces mutamos en peluches, en esclavos, en borregos que se dedican a seguir anestesiados las corrientes de la última moda. Y nada pasa tan rápido como esa última moda que tantos se apresuran en abrazar mansurrones como si el mañana no existiese. Todavía no se me ha ocurrido recurrir a la IA para consultar algún dato . No pido que el resto de la humanidad se muestre tan refractario, desde luego, pero me... Ver Más