Marta Barrero y Elena Ramos, farmacéuticas: “Si no gestionas bien la glucosa, la piel lo paga”

El exceso de azúcar actúa como un agresor silencioso que no siempre se percibe a nivel general, pero sí a nivel cutáneo. El resultado es una piel que pierde luminosidad, se vuelve más sensible y envejece antes de tiempo