El PSOE evita reprobar a Tomé en Lugo pero no frena el escarmiento

El pleno del Concello de Lugo sacó adelante ayer una moción planteada por el Partido Popular para reprobar al presidente en funciones de la Diputación y alcalde de Monforte, José Tomé, por las acusaciones de acoso sexual que pesan sobre él, pese al freno que intentaron poner los socialistas. La iniciativa salió adelante con los votos a favor del PP y del BNG, votando el PSOE —partido que integraba el regidor hasta su reciente salida— en contra al considerar que se trataba de una propuesta «claramente parcial y orientada al interés partidista». Durante la sesión, al frente del envite se situaron los populares, que no ahorraron en reproches contra socialistas y nacionalistas por permitir, a su juicio, que Tomé continúe «aferrado a sus cargos». El PP tachó la situación de inédita en la provincia y defendió que exige «explicaciones claras, transparencia y una respuesta institucional firme». Los concejales populares insistieron en que mantener a una persona acusada de presunto acoso sexual en responsabilidades públicas supone una renuncia a los principios que PSOE y BNG dicen defender de forma reiterada en otros ámbitos. El grupo del PP volvió a expresar su apoyo y solidaridad con las denunciantes y reclamó que los hechos se investiguen «hasta las últimas consecuencias», tanto en el plano judicial como en el político. Advirtió de que cualquier intento de minimizar u ocultar este tipo de situaciones traslada un mensaje negativo en la lucha contra la violencia de género y erosiona la confianza de la ciudadanía en las instituciones. En esa línea, los populares se preguntaron qué percepción pueden tener las mujeres socialistas al ver que una persona acusada de varios casos de presunto acoso sexual continúa en el cargo, e interpelaron al BNG a decidir «si sigue respaldando esta situación o si decide posicionarse del lado de las víctimas». Por otro lado, y pese a votar a favor de la reprobación, el portavoz municipal del BNG, Rubén Arroxo, acusó al Partido Popular de estarse moviendo con fines partidistas. Antes de arrancar de la sesión, Arroxo afirmó que «al PP no le importan las víctimas» y que su único objetivo es «conseguir el gobierno de la Diputación». Como ejemplo, citó el caso del expresidente de la Diputación de Orense José Manuel Baltar, «acusado por asuntos muy graves, incluso con grabaciones», que, a su entender, fue después «premiado» con un puesto en el Senado. Un contraste, para el portavoz nacionalista, que evidencia una «hipocresía absoluta» que ejercitan los populares. Arroxo explicó que el BNG presentó una enmienda a la moción con el objetivo de «aclarar el debate» y evitar un uso interesado del caso. Aun así, el Bloque finalmente apoyó la iniciativa del PP. Por último, el Grupo Municipal Socialista justificó su voto en contra con el argumento de que la moción era «claramente parcial» y estaba «orientada al interés partidista». Según el PSOE, la propuesta de los populares no planteaba una condena general, sin excepciones, de todas las conductas de acoso sexual y de su ocultación, sino que se centraba en casos concretos «seleccionados de manera interesada» y excluía otros por conveniencia política. Motivo suficiente para que los socialistas presentasen también una enmienda; en su caso, para extender la reprobación institucional a todas las conductas de acoso sexual y a todos los cargos públicos que las cometan o las encubran, con independencia de su afiliación política. Pero su intento dio con un muro —la mayoría de votos de PP y BNG— y, por tanto, el PSOE se limitó a no apoyar la moción. Más allá de este punto, el pleno del Concello aprobó también la ordenanza reguladora de la Zona de Bajas Emisiones, de cara a la próxima implantación de cámaras lectoras de matrículas en los accesos al casco histórico. Y los populares también consiguieron llegar de nuevo a un entendimiento con el alcalde de Lugo, Miguel Fernández, para recuperar el acuerdo firmado en 2022 entre el Concello y la Xunta para hacer realidad el Museo de la Romanización.