El 2025 para el baloncesto cordobés: de la ambición del Coto Córdoba CB a la reconstrucción en la N1

La irrupción del proyecto blanquiverde ha centrado todas las miradas en Vista Alegre, con el reto claro del ascenso El Peñarroya ha estado marcado por la irregularidad, mientras que en la N1 han surgido entidades como el CCB Lucena, Córdoba CB, La Rambla o Al-Yussana El baloncesto, de un tiempo a esta parte, ha vuelto a colarse con fuerza en las vidas del aficionado cordobés. La irrupción del proyecto del Coto Córdoba CB ha sido la noticia más ambiciosa y positiva de los últimos años en clave califa, ya que la entidad, como fuerza independiente aunque al amparo de varios clubes de cantera de referencia en la ciudad, ha ido dando pasos de gigante desde su nacimiento en Nacional hasta su consolidación en la Segunda FEB, tercer escalón estatal y al que volvía la provincia más de una década después. Eso sí, la ambición es máxima en el club, que tiene entre ceja y ceja el ingreso en una división superior lo antes posible. El sitio de Córdoba, según atestiguan propios y extraños, por capacidad, historia y talento, parece estar ligado a la Primera FEB y esa la gran meta diseñada por parte de los blanquiverdes. Sea como sea, no cabe duda que la reconfiguración que hizo hace unos la Federación Española de Baloncesto en cuanto a sus divisiones, provoca que la pugna sea encarnizada, y eso hace que en la misma división que el Coto figuren proyectos con pasado reciente en las dos máximas categorías, tales como Melilla, Cáceres, Valladolid o Huesca, ciudades con mucho peso e historia en el baloncesto español, junto a proyectos muy ambiciosos como los de Morón, Caja 87 o Gandía. Sea como sea, el plantel blanquiverde no pretende empequeñecerse ante el nivel de sus rivales y es por ello que, tras un primer año irregular, con un inicio notable y un desenlace muy sufrido para alcanzar la permanencia, la entidad haya querido dar un paso adelante, con una plantilla menos profunda (de momento), pero con más experiencia y físico. Además, con un técnico contrastado y con un amplio recorrido en ACB y Primera FEB. Todo ello ha hecho que los de Gonzalo Rodríguez protagonizaran un arrancar de récord, erigiéndose como líderes desde el primer día y manteniendo la imbatibilidad durante ocho jornadas. Coto Córdoba CB - Cáceres Patrimonio de la Humanidad El lastre físico, no obstante, ha pesado en las últimas semanas, y eso ha provocado que se sumen tres derrotas casi seguidas para cerrar el 2025 con un balance de 9-3, perdiendo pulsos individuales ante Biele ISB o Valladolid, aunque manteniéndose en una más que digna tercera posición. Un primer tramo marcado por la regularidad, con mucho peso defensivo y una figura clave: Jamonta Black ha sido el recurso más fiable en un ataque cordobés que, más allá de Gonzalo Orozco y los chispazos de Guemeta, Schutte o Álex Rodríguez, no ha estado a la altura general de ser un firme aspirante al ascenso. Todo lo contrario a lo que ocurre atrás, donde los blanquiverdes son élite de la categoría. El invierno debe servir para recargar pilas, asumir mayores galones y emprender la segunda mitad con el desafío de, como mínimo, mantener el mismo rumbo. Un CP Peñarroya de más o menos La vida sigue (casi) igual por Peñarroya. El eterno proyecto referencia de la provincia. Pasan los años y la categoría interautonómica parece el lugar perenne de la entidad minera, ya sea en EBA o Tercera FEB. Allí está asentado el decano del baloncesto cordobés, como una de las entidades con más peso dentro del Grupo D-B. Eso sí, su legado no ha estado exento de vaivenes. Y es que, ante la irrupción del Coto y el chispazo del reciente desaparecido UCB, a los peñarriblenses les ha tocado encarnar un duro papel en los últimos años. Y aun así, han salido con vida. El club emprendió el curso pasado un nuevo proyecto a las órdenes de un técnico joven como Pedro Cabello, con el reto siempre ambicioso de estar en puestos de ascenso, aunando talento cordobés junto con piezas extranjeras que marquen la diferencia. Eso les sirvió para obtener un balance más que considerable en el cierre de la 2024-25, con una cuarta plaza final que abría la posibilidad de seguir creciendo. Pese a los cambios relevantes sufridos en la plantilla, con bajas importantes como las de Diego Viera, Ali Lajay o Artiles, el preparador califa no quiso bajar la apuesta, por lo que se mantuvieron peso pesados como Roberto Merino, Pepe Varo o Kiko Espinosa, además de la firma de jugadores llamados a elevar el nivel ofensivo como Pablo Villarejo, Newson o Carlos Aranda. Sin embargo, la lesión del primero y el nivel de la categoría impidieron que Cabello pudiera dar con la tecla competitiva, cayendo hacia la zona baja hasta ostentar un récord de 3-8, que provocó su cese. Su sustituto reciente ha sido un veterano y conocido como Ángel Tripinia, llamado a reconducir el rumbo. De momento, cerró el 2025 con una victoria en su debut. Cajasol Córdoba CB - Cordobasket Una marcada reconfiguración en la N1 La N1 ha sido la categoría con más marcado acento cordobés de los últimos años. Esa con la que han convivido una mayor parte de los proyectos. Sin embargo, en las últimas fechas, la reconstrucción ha sido palpable, con la irrupción de nuevos clubes que vienen a dar un aire fresco, al tiempo que otros clásicos han desaparecido del mapa. En el cuadro femenino, la rivalidad ahora recae en el Cordobasket y el Córdoba CB, dos equipos jóvenes y con ambiciones de ascenso, que han tomado el testigo de los históricos Adeba, Maristas o más recientemente UCB y Unicórdoba. De momento, la escuadra colegial se lleva el premio en esa rivalidad, que no pierde el rumbo en la zona alta. Igualmente, la categoría masculina se ha visto huérfana de equipos clásicos en esas lides como Maristas, Colegio Virgen del Carmen, Ciudad de Córdoba o Montilla. Puente Genil y Cabra se mantienen, al tiempo que han llegado caras nuevas como las de Al-Yussana, La Rambla o el recién creado Coto CCB Lucena, filial de los blanquiverde y que marcha a un ritmo de récord y con la ambición del ascenso.