La educación obligatoria y gratuita hasta los 16-18 años es uno de los llamados por el premio Nobel de Economía Armartya Sen “derechos de acceso” necesarios para que personas y países prosperen. Esa educación permite que, independientemente de su origen social o étnico, toda persona disponga de igualdad de oportunidades para desarrollar sus capacidades y elevar su renta, lo que fomenta la equidad y contribuye al crecimiento económico al aumentar el capital humano o número de trabajadores cualificados.