Andreu Buenafuente , uno de los presentadores y humoristas más influyentes de España, vive un momento de pausa inesperada en su carrera. A sus 60 años ha decidido detener temporalmente su actividad profesional por prescripción médica, después de sufrir un episodio de estrés que lo obligó a bajar el ritmo y priorizar su salud . Esta circunstancia, que llega tras una temporada de intenso trabajo en televisión, radio y pódcast, ha tenido una consecuencia simbólica: Buenafuente no podrá presentar las Campanadas de TVE junto a su pareja, Silvia Abril , como estaba previsto. Era una de las apuestas de la cadena pública para despedir el año, pero el propio presentador explicó en un vídeo que su cuerpo le había «pedido parar» y que no tenía sentido forzar una recuperación apresurada para afrontar un directo de esa magnitud. Buenafuente explicó que su episodio de estrés fue «algo muy común, no agradable pero común en una sociedad como esta», y que su prioridad ahora es recuperarse plenamente antes de retomar su vida laboral habitual. La dirección de RTVE, así como la Cadena SER, donde presenta el pódcast 'Nadie sabe nada' junto a Berto Romero , han expresado su apoyo total a la decisión. Para la audiencia, acostumbrada a su presencia constante en pantalla desde los años noventa, su ausencia ha sido una sorpresa , pero también una llamada a valorar la exigencia de una carrera que lleva más de tres décadas en primera línea del entretenimiento. Una carrera que en la actualidad tiene como piedra angular El Terrat , la productora que fundó en 1998 y que se convirtió en una de las compañías audiovisuales más influyentes del país. Bajo su sello nacieron programas emblemáticos y formatos innovadores que marcaron una época en televisión y radio. En 2019, El Terrat fue adquirida por el grupo Mediapro en una operación valorada en unos 30 millones de euros según estimaciones del sector. Aunque las cifras definitivas nunca se hicieron públicas, este movimiento consolidó a Buenafuente como uno de los creadores con mayor peso empresarial en España. Ese peso no estuvo exento de riesgos. En momentos de dificultades económicas para El Terrat, Buenafuente llegó a poner bienes personales como garantía para refinanciar la deuda de la empresa. Entre estos bienes se encontraban propiedades inmobiliarias en Barcelona y Formentera, ambas de elevado valor y que fueron fundamentales para asegurar la continuidad de la productora en épocas más complejas. Este gesto ilustró hasta qué punto su patrimonio personal estuvo históricamente entrelazado con el destino de su empresa. En el capítulo inmobiliario, una de las propiedades más conocidas del matrimonio Buenafuente-Abril es una masía centenaria en Cabrera de Mar, una vivienda construida hacia 1900 y reformada para convertirla en su hogar familiar. Esta casa, valorada en más de medio millón de euros, es un refugio alejado de Barcelona donde el comunicador y su esposa han buscado equilibrio y privacidad . Cabrera de Mar, en la comarca del Maresme, se ha convertido en su base y en una representación perfecta de su estilo de vida actual: discreto, tranquilo y muy orientado a la familia. A esta vivienda se suman otras posesiones relevantes que formaron parte del patrimonio de Buenafuente en distintos momentos de su carrera, especialmente la propiedad en Formentera que se convirtió en símbolo de sus veranos y escapadas. Valorada en torno a 1,5 millones de euros, fue también uno de los activos personales que quedaron vinculados, en su momento, a procesos financieros relacionados con El Terrat. En el terreno estrictamente empresarial, Buenafuente ha gestionado varias sociedades además de El Terrat. Entre ellas, destacan Cacare Sanguis SL y Muy Fácil SL, que han servido para administrar ingresos derivados de actuaciones, conferencias, derechos y proyectos independientes. Aunque no todas estas sociedades han tenido la misma actividad en los últimos años, forman parte del entramado profesional de un creador que ha sabido diversificar sus fuentes de ingresos. En la actualidad, además de la pausa forzada por motivos de salud, Buenafuente ha estado al frente del programa televisivo 'Futuro imperfecto' y continúa cosechando éxito con 'Nadie sabe nada', uno de los pódcast más escuchados del país. Su capacidad para reinventarse y adaptarse a los nuevos formatos ha sido una constante desde sus inicios, algo que ha contribuido a ampliar y sostener su patrimonio a lo largo del tiempo. La relación con Silvia Abril , su esposa desde 2010 y una de las humoristas más queridas del panorama nacional, también ocupa un lugar central en su vida. Ambos forman una pareja sólida , estrechamente unida tanto en lo personal como en lo profesional. Tienen una hija nacida en 2012, y han compartido escena en programas, especiales y galas. Juntos habían recibido la propuesta de presentar las Campanadas de 2025, algo que habría supuesto un momento especial en su carrera conjunta. La noticia de que no podrán hacerlo por la baja médica de Buenafuente ha sido recibida con comprensión por parte del público, que valora la complicidad y la trayectoria de ambos.