El mejor regalo de Navidad, la educación

Diciembre cambia el pulso de los colegios. Los pasillos se llenan de villancicos ensayados o improvisados, las salas de usos múltiples encienden sus luces para pequeñas representaciones navideñas y festivales musicales, en los vestíbulos aparecen los belenes realizados con originalidad y el cansancio del intenso trimestre convive con una satisfacción difícil de explicar. Es un tiempo propicio para hacer balance. Y también para dar las gracias.