La repostería polaca es puro arte, tradición y sabor en cada uno de estos bocados A nadie le amarga un dulce por Europa: los 5 postres más reconocidos en toda Irlanda Pocas cosas despiertan tanta unanimidad como un buen postre. Y si hablamos de los más célebres del continente, Polonia juega en otra liga. Su historia culinaria, marcada por recetas familiares y celebraciones ligadas al calendario, explica por qué los postres de Polonia siguen ocupando un lugar central en su cultura gastronómica. Entre masas fritas, rellenos generosos y sabores intensos, estos cinco clásicos son la puerta de entrada a un universo donde el dulce es sinónimo de reunión. En este recorrido por la repostería polaca asoman nombres que cualquier viajero ha escuchado —o probado—: el sernik, el pączek o el makowiec, dulces que han cruzado fronteras sin perder identidad. Polonia puede dividirse por regiones o tradiciones locales, pero hay algo que la mantiene unida: su manera de convertir el postre en un acto compartido. 1. Sernik La tarta de queso polaca es uno de los postres más emblemáticos del país. Se elabora con twaróg, un queso fresco local, lo que le da una textura más compacta y un sabor menos dulce que otras versiones europeas. Es habitual en celebraciones y comidas familiares. 2. Pączek El gran protagonista del carnaval. Se trata de un bollo frito relleno de mermelada o crema, espolvoreado con azúcar glas. Especialmente popular el Jueves Gordo, cuando las panaderías venden miles de unidades en un solo día. 3. Makowiec Un rollo de masa relleno de semillas de amapola molidas, azúcar y frutos secos. Es un clásico de la Navidad polaca, aunque se consume durante todo el año. Su sabor intenso lo convierte en uno de los dulces más reconocibles del país. 4. Szarlotka La versión polaca de la tarta de manzana. Combina una base de masa quebrada con manzana cocida y, en muchas recetas, una capa superior desmenuzada o de merengue. Se sirve templada y suele acompañarse de nata o helado. 5. Piernik Un pastel especiado tradicional, muy ligado a la ciudad de Toruń. Se prepara con miel y especias, y puede presentarse en forma de bizcocho o galleta. Es un dulce asociado al invierno y a las festividades, pero presente durante todo el año.