Los más cafeteros lo recordarán: fue en el primer semestre de 2013; se había organizado un ciclo de conciertos en el Planetario de Pamplona (Conciertos de otro planeta. Ciclo de acústicos bajo las estrellas, se llamaba la iniciativa), en la que participó, entre otros, la artista jienense Zahara. Por entonces, la de Úbeda estaba presentando su segundo álbum, La pareja tóxica. Lo hizo sola, con la única ayuda de su guitarra acústica y su voz. Aunque por entonces su repertorio todavía era escaso, su actuación fue una de las más logradas de todo el ciclo, y eso fue gracias a las canciones, claro, pero también (y de hecho, muy especialmente), gracias a esa simpatía innata que tiene, que le permite conectar con el público de una manera plena y directa.