Si algo tenía claro Cándido Conde-Pumpido cuando asumió la Presidencia del Tribunal Constitucional es que no quería que los asuntos que debía resolver, por muy conflictivos que fueran, aguardaran años en un cajón a la espera de un momento más propicio que nunca llegaba. Por eso, la sentencia que ha avalado la ley más polémica de la legislatura, la de la amnistía, se dictó justo cuando se cumplía un año de la promulgación de la norma. Con ella se ha marcado el camino de todos los demás asuntos pendientes relacionados con el perdón del 'procés', de los que ya prácticamente solo ha quedado para 2026 su aplicación al delito de malversación.